El hecho ocurrió en un estado maxicano, la comunidad ya tenía al joven amarrado a un poste y le habían colocado el cartel que decía «Soy ratero».
El joven al parecer había robado una tienda del sector y por eso los habitantes lo atraparon y decidieron tomar justicia por su propia cuenta.
Después de haber recibido varios golpes apareció una mujer llorando y rogando que no lo golpearan más. Al llegar hasta donde estaba el joven lo abrazó.
De inmediato la mujer se abalanzó sobre él para cubrirlo de los golpes y le decía al hombre que él era lo único que ella tenía, que reflexionara. Que era el único hombre de la casa y que no hiciera eso.
La madre en medio de una escena conmovedora le decía que lo quería mucho y que pensó no lo iba a volver a ver cuando vio que toda la gente lo golpeaba.
«Sentía que me moría, hijo, y mira donde te vine a ver, en qué situación» decía la madre en medio de sus olor al ver a su hijo sangrando.