En la ciudad colonial de Sucre, Bolivia, los vecinos están viviendo con terror después de afirmar que han visto a una monja fantasma vagando por uno de los callejones históricos de la zona. Para evitar que el espectro se acerque, los residentes habían colocado huesos en forma de cruces. Sin embargo, de un tiempo a la fecha, los crucifijos han desaparecido, lo que hace pensar a los pobladores que el espectro está de regreso.
Según los relatos de los residentes, hace un siglo, la joven que se convirtió en monja, fue enclaustrada en el convento de Santa Clara por su familia, para evitar que se casara con su amado debido a su condición humilde. La joven, desesperada por su situación, habría intentado huir del convento, pero habría sido capturada y llevada de vuelta al convento, donde finalmente habría muerto en circunstancias misteriosas.
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Desde entonces, los residentes de Sucre han afirmado haber visto a una monja fantasma caminando por el callejón donde se encuentra el convento. A pesar de que algunos dudan de la existencia del fantasma, muchos aseguran haber visto su imagen en el callejón en la noche, vistiendo un hábito blanco y caminando lentamente.
Ante el temor de los residentes, las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar la causa detrás de la desaparición de los huesos y para determinar si hay alguna explicación detrás de los avistamientos del fantasma. Mientras tanto, los pobladores han colocado nuevas cruces y están esperando a ver si el fantasma regresa.
Este suceso ha causado revuelo en la ciudad de Sucre y ha sido objeto de gran atención en los medios de comunicación local y nacional. La leyenda de la monja fantasma es una parte importante de la cultura popular de la región y ha sido transmitida de generación en generación.
