En Inglaterra, en un sector cerca a Liverpool, una mujer identificada como Corinna Smith fue sentenciada a cadena perpetua por asesinar a su esposo, tras haberse enterado de que él había abusado sexualmente de sus hijos.
La mujer británica vertió una mezcla de agua hirviendo con azúcar cuando el abusador estaba durmiendo.
El hombre sufrió quemaduras en más de un tercio de su cuerpo y falleció semanas después a causa de la gravedad de sus heridas.
La hija de esta mujer, dio a conocer que el hombre asesinado había abusado de ella y de su hermano cuando eran niños.
Es de resaltar que el hijo de Smith, se suicidó en el año 2007, no sin antes revelar que había sido abusado por este hombre.