El Sumo Pontífice abogó por un salario universal, con cel fin de que cada persona en el mundo pueda acceder a los bienes más elementales de la vida. También pidió que la jornada laboral sea reducida.
«Este sistema con su lógica implacable de la ganancia, está escapando a todo dominio humano. Es hora de frenar la locomotora, una locomotora descontrolada que nos está llevando al abismo. Todavía estamos a tiempo», dijo el papa.
Francisco también instó a los gobernantes para que «trabajen por el bien común», se cuiden de «escuchar solo a las élites económicas» y «sean servidores de los pueblos que claman por tierra, techo, trabajo y una vida buena».
De la misma manera, el papa pidió que en el mundo haya «un ingreso básico o salario universal, para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida».