Iniciativa de la ONU impulsa la resiliencia en el Valle del Cauca
La iniciativa «Desarrollando Ciudades Resilientes 2030», liderada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), busca fortalecer la capacidad de los municipios para prevenir y responder a desastres. En el Valle del Cauca, este esfuerzo se está llevando a cabo con el apoyo de la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres, que ha iniciado un piloto en Ginebra, municipio que servirá de modelo para otros territorios del departamento. Este proyecto se alinea con los objetivos globales para crear comunidades más seguras y sostenibles en 2030, con especial énfasis en la gestión del riesgo.
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Francisco Tenorio, Secretario de Gestión del Riesgo de Desastres del Valle del Cauca, destacó que el propósito de esta iniciativa es evaluar la capacidad de los municipios para enfrentar situaciones de emergencia, identificar sus fortalezas y debilidades, y diseñar estrategias adecuadas para mejorar su respuesta ante desastres. Según Tenorio, «lo que buscamos es desarrollar las capacidades, mirar cuál es su reacción frente a las distintas emergencias y de allí nosotros hacer el respectivo análisis».
Capacitación en Ginebra: un modelo para la gestión de riesgos en el Valle
El municipio de Ginebra fue elegido como sede del primer piloto de esta iniciativa debido a su disposición para avanzar en la mejora de su sistema de gestión de riesgos. Durante el taller de capacitación, participaron delegados de la Administración municipal, el Concejo Municipal, así como representantes de organismos públicos y privados, todos con el objetivo de fortalecer sus capacidades en este ámbito.
Nelson Hernández Marulanda, profesional de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGDR), explicó que el proceso comenzó con el uso de la metodología ScoreCard, herramienta que permite diagnosticar el nivel de resiliencia y preparación de un territorio ante desastres. Esta herramienta, detalló Hernández Marulanda, ayudará a Ginebra a actualizar su plan municipal de gestión de riesgos y a identificar áreas de mejora en sus capacidades de respuesta.
Este enfoque permite un diagnóstico preciso de la situación actual y una planificación estratégica para enfrentar futuros desastres. «Este diagnóstico es clave para saber qué tan preparados están los municipios y cuáles son las áreas que necesitan intervención para poder reaccionar de manera eficaz», indicó Hernández Marulanda.
A través de este proceso, se espera que los municipios del Valle del Cauca no solo mejoren su capacidad para gestionar desastres, sino que también fortalezcan la participación de la comunidad en la prevención y atención de emergencias. La integración de actores locales es fundamental para garantizar que las medidas adoptadas sean efectivas y se ajusten a las necesidades del territorio.
Una estrategia integral para mejorar la resiliencia
La implementación de esta iniciativa responde a un objetivo global: asegurar que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles para el año 2030. En este contexto, la ONU y la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres han trabajado para desarrollar un plan integral que contemple desde la capacitación de los equipos de respuesta hasta la actualización de los planes de gestión de riesgos, con un enfoque claro en la mejora continua.
Francisco Tenorio resaltó la importancia de este tipo de programas, no solo para mejorar las capacidades de respuesta ante desastres, sino también para generar conciencia en las comunidades locales sobre la necesidad de estar preparadas para enfrentar emergencias. «Son iniciativas importantes de desarrollar y llevarlas a territorio con el ánimo de mirar cuáles son estas capacidades, cuáles son las debilidades y de esta forma poder reaccionar a tiempo ante cualquier emergencia», afirmó Tenorio.
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La replicabilidad del modelo es uno de los aspectos más relevantes de esta estrategia. Tras la capacitación y el diagnóstico en Ginebra, se espera que otras localidades del Valle del Cauca sigan el mismo proceso, adaptando las soluciones a sus realidades y necesidades específicas. Esto garantizará que, a medida que avancen las capacitaciones y se fortalezcan las redes locales, los municipios de la región cuenten con planes robustos para enfrentar desastres naturales o provocados por la actividad humana.
El papel de la comunidad en la gestión de desastres
Un aspecto clave en la capacitación fue la inclusión de la comunidad en el proceso de formación y toma de decisiones. La participación activa de los ciudadanos en la gestión del riesgo es esencial para que las estrategias sean efectivas a largo plazo. La comunidad debe estar preparada no solo para responder durante una emergencia, sino también para participar en las actividades preventivas, como el mapeo de riesgos y la creación de planes de evacuación.
La experiencia en Ginebra se ha presentado como un modelo exitoso que permitirá extender los beneficios de la iniciativa a otros municipios del Valle del Cauca. La colaboración entre las instituciones públicas, privadas y la comunidad es vital para asegurar que los avances logrados en la gestión de desastres sean sostenibles y puedan replicarse en otras partes del país.