Tres jóvenes fueron asesinados por hombres armados en la vereda El Moral del Cañón del Chinche, zona rural del municipio de El Cerrito, Valle del Cauca. Este es el más reciente hecho violento en el país, siendo la masacre número 13 en lo que va corrido del año, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).
Las víctimas, de entre 18 y 25 años, fueron encontradas con signos de tortura en la vereda El Moral del Cañón del Chinche. Según la Policía Nacional, los jóvenes habrían sido interceptados por hombres armados en la vía que conduce al corregimiento de La Dolores y luego habrían sido llevados al sitio donde se cometió el triple homicidio.
La Defensoría del Pueblo ha advertido que municipios del Valle del Cauca como El Cerrito, Palmira y Buga son considerados zonas de riesgo debido a la presencia de grupos armados ilegales, quienes buscan asentarse en estos territorios para controlar el tránsito y la conexión con departamentos como Cauca, Tolima y Quindío.
Se cree que en estas zonas operan grupos como las disidencias de las Farc, quienes ejercen control a través de la llamada ‘Compañía Adán Izquierdo’, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas locales.
El hecho ha sido condenado por diferentes sectores de la sociedad y por el gobernador del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán. La mandataria ha anunciado una recompensa de hasta 50 millones de pesos para quienes brinden información que permita dar con los responsables de este triple homicidio.
La masacre de estos tres jóvenes es una muestra más de la violencia que se vive en Colombia y de la necesidad de fortalecer la presencia del Estado en zonas rurales que han sido históricamente abandonadas. Es fundamental que las autoridades trabajen para garantizar la seguridad y protección de los ciudadanos, así como para desmantelar los grupos armados ilegales que operan en el país.