El pasado jueves 23 de marzo, Juan Carlos de la Rosa Castro fue víctima de un ataque de sicarios en moto en una de las calles del corregimiento de Pasacaballos, falleciendo en el acto. Al momento de entregar su cuerpo a los familiares para su sepultura, estos quedaron sorprendidos y con un gran dolor al descubrir que el cadáver de su ser querido había sido entregado sin sus ojos.
Los familiares aseguran que el ataque no iba dirigido a él y han surgido especulaciones sobre la presunta venta o comercialización ilegal de órganos humanos. Al respecto, se consultó con abogados, quienes dieron a conocer la vigencia de la ley 1805 de 2016 en Colombia, que establece que la donación de órganos es obligatoria.
Esta ley busca atender la demanda de órganos de miles de colombianos en lista de espera y que reclaman una mejor calidad de vida. La ley establece que una vez que todo ciudadano fallezca, se convierte en donante de órganos, excepto si manifestó su negativa en vida. De no ser así, ningún familiar podrá oponerse a la extracción de órganos o tejidos.
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Las personas que deseen manifestar su negativa de ser donante en vida, deben hacerlo mediante un documento escrito y autenticado ante un Notario Público y radicarlo ante el Instituto Nacional de Salud. El Instituto Nacional de Salud es el encargado de definir la distribución y asignación de órganos y tejidos, atendiendo la escala de severidad de la enfermedad del paciente y la compatibilidad.
Este lamentable suceso demuestra la importancia de seguir las regulaciones establecidas por la ley para la donación de órganos y la necesidad de continuar trabajando en la prevención y combate de la violencia en Colombia.
