La cercanía en Barcelona y el nacimiento de una amistad legendaria
Con solo 31 años, Mario Vargas Llosa ya era aclamado por la crítica, mientras que Gabriel García Márquez, de 40, disfrutaba el éxito editorial con Cien años de soledad. Ambos forjaron una intensa amistad en Barcelona, donde compartieron proyectos, sueños literarios y veladas familiares.
En el barrio de Sarrià, García Márquez vivía en el número 6 de la calle Caponata, mientras Vargas Llosa se instalaba a pocos metros, en la calle Ocio. Allí escribieron sus grandes obras, El otoño del patriarca y Pantaleón y las visitadoras.
Proyectos comunes y la idea de novelas compartidas fortalecieron su relación, al punto que soñaron con escribir juntos historias sobre dictadores de sus respectivos países. Sin embargo, con el paso del tiempo, las envidias, los celos profesionales y diferencias políticas comenzaron a tensar los lazos.
El puñetazo en México y las versiones del quiebre
El 12 de febrero de 1976, durante el estreno del documental Supervivientes de los Andes en el Palacio de Bellas Artes de México, ocurrió el incidente que rompió de manera definitiva su amistad. Vargas Llosa propinó un puñetazo a García Márquez, dejándolo con un ojo morado.
La única fotografía de la agresión fue tomada por el fotógrafo Rodrigo Moya dos días después, a pedido del propio Gabo, quien deseaba tener «una constancia» de lo ocurrido. El escritor colombiano evitó dar detalles, refiriéndose apenas a «diferencias insalvables» y al giro ideológico de su antiguo amigo hacia la derecha.
Existen varias teorías sobre las causas reales del conflicto. La más extendida, propuesta por el periodista Francisco «Paco» Igartua, apunta a conflictos sentimentales entre Vargas Llosa y su esposa Patricia. Otra hipótesis, narrada por el biógrafo Gerald Martin, sugiere que el incidente se originó en algo que Gabo le habría dicho o hecho a Patricia.
Jaime Bayly también abordó el tema en su novela Los genios, sugiriendo que una noche en la discoteca Bocaccio de Barcelona pudo ser clave en el deterioro de la relación. Aunque el misterio persiste, todos coinciden en que el golpe no fue un acto trivial.
🔴EL PUÑETAZO MÁS ICÓNICO DEL SIGLO XX
— Antonio Izquierdo🔴🟡🟣 (@aizquierdo777) October 9, 2023
En la foto (1976), el ojo a la virulé de Gabriel García Márquez. Poco antes, el puño de Mario Vargas Llosa se había estampado en él.
Una historia conocida por muchos que merece la pena recordar.
Y tres teorías sobre el origen del mamporro.⬇️ pic.twitter.com/HhxioNJe4p
El silencio posterior y el adiós definitivo
Después del puñetazo, los intentos por reconciliarlos resultaron inútiles. Carmen Balcells, su agente y amiga común, trató en vano de tender puentes. Ni siquiera los homenajes póstumos a García Márquez lograron un acercamiento.
Es hora de poner fin a esta conversación».
La amistad que nació en un aeropuerto de Caracas en 1967 terminó marcada por el silencio, los rumores y una agresión que partió en dos a los grandes escritores del boom latinoamericano. A pesar de sus diferencias irreconciliables, ambos siguen siendo figuras imprescindibles de la literatura universal.