Papa León XIV acepta jugar tenis benéfico, pero sin Sinner
El papa León XIV sorprendió a la prensa al aceptar jugar un partido benéfico de tenis, siempre y cuando no se invite al número uno del mundo, Jannik Sinner. Con esta declaración, cargada de humor, el nuevo líder de la Iglesia católica dejó ver su cercanía, afición deportiva y estilo espontáneo ante los medios internacionales.
En un hecho que captó la atención mundial, el papa León XIV tuvo su primera audiencia pública con periodistas en el aula Pablo VI del Vaticano, siguiendo la tradición instaurada por su antecesor, el papa Francisco. La jornada no solo sirvió para confirmar algunas noticias claves de su agenda como el viaje a Nicea, sino también para revelar una faceta más humana y relajada del nuevo pontífice: su pasión por el tenis.
Durante su encuentro con los comunicadores que cubrieron el cónclave en el que fue elegido el pasado 8 de mayo, el papa descendió del estrado para saludar personalmente a varios de ellos. Fue allí donde uno de los periodistas se atrevió a preguntarle sobre la posibilidad de jugar un partido de tenis con fines benéficos. La respuesta de León XIV no tardó en hacerse viral.
“Jugamos, siempre y cuando no traigas a Sinner”, expresó entre risas el papa, haciendo un juego de palabras con el apellido del tenista italiano Jannik Sinner, actual número uno del mundo. La broma provocó carcajadas entre los presentes y fue replicada por numerosos medios internacionales. El comentario tuvo además un doble sentido, ya que “sinner” en inglés significa “pecador”.
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Una pasión que no es nueva
El propio papa León XIV ha declarado en el pasado su amor por este deporte. En una entrevista realizada cuando aún era el cardenal Robert Prevost, confesó: “Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú he tenido pocas ocasiones de practicarlo, así que tengo muchas ganas de volver a la cancha”.
Prevost, nacido en Estados Unidos pero con nacionalidad peruana, destacó en esa entrevista otras de sus pasiones personales: la lectura, los paseos al aire libre y los viajes. “Disfruto mucho conociendo nuevos lugares y personas. Cada encuentro puede enriquecer nuestra vida”, afirmaba con convicción el ahora papa León XIV.
Aunque aceptó el partido, fue honesto sobre sus habilidades: “No soy tan bueno”, admitió al escuchar que otro periodista le proponía jugar dobles. Su respuesta refuerza su imagen cercana, sencilla y transparente, cualidades que ya empiezan a definir su estilo de liderazgo.
El llamado del deporte en el Vaticano
La propuesta de jugar este partido benéfico se enmarca dentro de una iniciativa de las Obras Misionales Pontificias. Estas organizaciones, que dependen directamente de la Santa Sede, promueven actividades con fines caritativos y de evangelización, y en esta ocasión buscan unir deporte y solidaridad en un evento de alto impacto mediático.
La invitación de la Federación Italiana de Tenis y Pádel (FITP) también hizo parte del momento. Su presidente, Angelo Binaghi, reveló hace poco que escribió una carta personal al nuevo pontífice para invitarlo al torneo Masters y WTA 1.000 de Roma. “Si podrá venir ya en esta edición no lo sé, me parece mucho, pero quién sabe: los milagros también ocurren en la vida”, dijo Binaghi entre sonrisas.
Más allá del deporte: un nuevo estilo de liderazgo
El comentario sobre Jannik Sinner no solo generó una oleada de reacciones divertidas en redes sociales, sino que también confirmó algo más profundo: la forma en que León XIV busca liderar la Iglesia católica. Con humor, cercanía y autenticidad, el nuevo papa da señales de un pontificado con una fuerte carga humana y empática.
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En momentos en que la Iglesia enfrenta múltiples desafíos en distintas regiones del mundo, el estilo directo y accesible de León XIV puede marcar una diferencia importante en su conexión con los fieles. Su debut ante la prensa ya dejó una impresión positiva en la comunidad internacional, que lo percibe como un hombre sencillo, abierto al diálogo y sin temor a mostrarse tal como es.
Además, este encuentro permitió visibilizar el enfoque que podría tomar en otros temas delicados. Aunque no se pronunció aún sobre situaciones tensas como la persecución a la Iglesia en Nicaragua, varios analistas ya interpretan su tono relajado como parte de una estrategia de acercamiento, en contraste con posturas más rígidas del pasado.
Un pontífice que juega con honestidad
Con su participación en un eventual partido benéfico de tenis, el papa León XIV no solo promueve valores como el deporte, la caridad y el humor. También reafirma que el liderazgo espiritual puede convivir con la alegría y el contacto directo con el pueblo.
El mensaje, en definitiva, es claro: un papa que juega tenis, bromea con periodistas y acepta desafíos benéficos es también un papa que entiende los códigos del mundo actual. Y lo hace sin perder la esencia de su misión.