Una noche de terror en la calle 33A
La noche estaba cayendo cuando los disparos retumbaron en la calle 33A con carrera 46. Fueron al menos ocho detonaciones las que alarmaron a los vecinos y testigos, quienes observaron aterrorizados como un hombre se desvanecía a mitad de la carretera. El hombre, identificado más tarde como Andrés Felipe Leal, de 29 años, quedó tendido en el suelo, boca arriba, con al menos seis impactos de bala en cabeza, tórax, pelvis y brazos. Su sangre empezó a teñir el pavimento.
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Rescate y confirmación de la muerte
Testigos del brutal asesinato no tardaron en alertar a la Policía, que llegó rápidamente al lugar del incidente. Oficiales de la patrulla cargaron a Andrés Felipe y lo subieron a un vehículo de la institución. Aunque algunos testigos aseguran que Andrés ya estaba sin vida en ese momento, fue llevado de urgencia al Hospital Universitario de Santander (HUS), donde minutos después se confirmó su fallecimiento.
Investigación en curso: víctima de una persecución
Vanguardia logró recoger versiones de testigos que indican que Andrés Felipe estaba siendo perseguido por un individuo que le disparó en repetidas ocasiones. El asesino, después de tumbarlo, le habría disparado una vez más para rematarlo. El mayor Milton Pachón, comandante de la Estación de Policía Centro, afirmó: “La Policía tiene un grupo investigativo de Sijín y Sipol adelantando las diferentes actividades judiciales para esclarecer lo sucedido”.
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Actualmente se están analizando las cámaras de seguridad y recolectando evidencias en el lugar de los hechos para tratar de identificar al presunto homicida. Mientras tanto, la ciudad de Bucaramanga espera respuestas y justicia para Andrés Felipe y su familia.
