Aumentan los homicidios en el Quindío: 63 víctimas en 2025
La violencia en el Quindío ha mostrado un preocupante repunte. Hasta la fecha, se han registrado 63 homicidios en el departamento, cifra que supera en 9 % los casos reportados durante el mismo periodo de 2023, cuando se contabilizaron 58 muertes violentas.
Este incremento ha encendido las alarmas de las autoridades y de la ciudadanía.
El secretario del Interior del Quindío, Jaime Andrés Pérez, confirmó el balance actual y reveló los principales factores que están detrás de estos crímenes. “El tráfico de estupefacientes y los actos de intolerancia siguen siendo las causas recurrentes que provocan estas tragedias”, explicó.
La inseguridad se consolida como una de las principales preocupaciones en el departamento.
Principales causas de los homicidios
La criminalidad en el Quindío parece estar vinculada a fenómenos estructurales que afectan profundamente la convivencia ciudadana. De acuerdo con Pérez, el tráfico de drogas continúa generando disputas entre bandas que operan en distintos municipios.
Estos enfrentamientos suelen resolverse con violencia extrema, cobrando vidas de jóvenes y adultos.
Pero no es solo el narcotráfico el que deja una estela de muerte. Los casos de intolerancia también han aumentado significativamente. Situaciones cotidianas, como discusiones por ruidos, accidentes menores o conflictos personales, terminan en agresiones fatales.
“Necesitamos recuperar el respeto y la capacidad de diálogo entre los ciudadanos”, advirtió el secretario.
Frente a este panorama, las autoridades han intensificado sus esfuerzos mediante operativos conjuntos entre la Policía Nacional, la Fiscalía y las administraciones locales.
Sin embargo, el llamado urgente es a la prevención y al fortalecimiento del tejido social.
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Armenia: foco crítico de la violencia en el Quindío
La ciudad de Armenia, capital del departamento, se mantiene como el epicentro de los homicidios reportados en 2025. Las cifras, aunque preocupantes, reflejan una tendencia ya advertida en años anteriores.
Las comunas con mayores índices de violencia siguen siendo zonas vulnerables, golpeadas por la pobreza y la falta de oportunidades.
El crecimiento urbano desorganizado, el desempleo juvenil y la presencia de economías ilegales han sido factores determinantes para el deterioro de la seguridad.
La situación ha llevado a que líderes sociales y defensores de derechos humanos exijan respuestas más integrales y sostenidas en el tiempo.
Las autoridades locales, por su parte, insisten en que se están articulando planes de intervención inmediata en las zonas más críticas.
No obstante, admiten que la solución de fondo implica políticas sociales efectivas y educación para la convivencia.
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Llamado a la acción ciudadana: resolver conflictos sin violencia
Además de las medidas institucionales, el secretario Jaime Andrés Pérez hizo un llamado directo a la población. En sus palabras, el cambio empieza desde el comportamiento individual y colectivo de cada ciudadano.
“Como sociedad debemos aprender a controlar las emociones y a resolver nuestras diferencias sin recurrir a la violencia”, enfatizó.
Las campañas de sensibilización y la promoción de métodos alternativos de resolución de conflictos han sido una constante en las estrategias gubernamentales. Aun así, los resultados no han sido suficientes.
La falta de cultura de paz sigue siendo un desafío.
Este contexto ha motivado a organizaciones comunitarias y colegios a implementar programas de educación emocional y prevención de la violencia desde la infancia.
Para muchos, este es el camino real hacia un Quindío más seguro.