Apoyo a campesinos tras vendaval en Quinchía
La Gobernación de Risaralda reaccionó con rapidez ante el fuerte vendaval que azotó varias veredas del municipio de Quinchía, dejando a su paso destrucción y desolación en cultivos y trapiches. La intervención, liderada por el gobernador Juan Diego Patiño, permitió brindar asistencia inmediata a las comunidades afectadas.
El viento llegó sin avisar. Primero una brisa, luego un torbellino que arrancó techos y acabó con cosechas enteras. Las veredas Guerrero, Veracruz, Corozal, Agua Salada, Los Medios, Miraflores y Sausagua fueron las más afectadas. En cuestión de minutos, el trabajo de meses fue destruido.
“No podemos dejar solos a nuestros campesinos. Su labor es vital para el desarrollo económico del departamento”, aseguró Luis Duque, director técnico de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario.
Trapiches, cultivos y esperanzas destruidos
El impacto fue devastador. Elogio Giraldo, productor de caña y panela, lo vivió en carne propia. “El viento venía de todas partes. Uno no sabía para dónde correr”, relata con tristeza mientras observa los restos de su trapiche: solo madera rota y láminas de zinc esparcidas.
Para Elogio, como para muchos, el trapiche es más que un lugar de trabajo. Representa tradición, sustento familiar y el futuro de sus hijos. Sin él, el ciclo de producción se detiene. Decenas de familias quedaron sin su principal fuente de ingreso.
“Es la primera vez que la Gobernación llega tan rápido. Están aquí, no solo mirando, sino ayudando”, expresa Elogio conmovido.
Muchos campesinos perdieron sus cultivos de caña, café y cacao. La economía rural de Quinchía quedó paralizada. Sin embargo, la reacción inmediata de las autoridades permitió iniciar un plan de ayuda técnica y reconstrucción.
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Gobernación activa plan de apoyo para reconstrucción rural
La Gobernación de Risaralda no tardó en llegar. Bajo las instrucciones del gobernador Juan Diego Patiño, se movilizó un equipo técnico y social para evaluar los daños y brindar soluciones reales.
“Estamos aquí para acompañar a nuestros campesinos. Vamos a ayudar a reconstruir lo perdido”, reiteró el gobernador Patiño en su visita a la zona.
Entre las acciones implementadas están:
- Evaluación técnica de los trapiches destruidos.
- Entrega de ayudas inmediatas en alimentación y materiales básicos.
- Coordinación con entes nacionales para gestionar apoyo económico.
- Asistencia psicológica y comunitaria.
Estas medidas buscan no solo reparar la infraestructura, sino también devolver la esperanza a las familias afectadas.
El compromiso institucional ha sido clave. La Gobernación, junto con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, activó un protocolo de atención de emergencias rurales, que se enfocará en zonas vulnerables del departamento.
Los campesinos han respondido con unidad. Según Elogio, “somos un gremio fuerte. Si uno cae, los demás lo ayudan a levantarse”. Esta resiliencia ha sido fundamental para comenzar el proceso de recuperación.
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Solidaridad, unión y futuro para los campesinos de Quinchía
Aunque la destrucción fue grande, la unión de la comunidad rural y el respaldo institucional han permitido que los primeros pasos hacia la reconstrucción ya estén en marcha.
El viento arrasó con estructuras físicas, pero no pudo llevarse la voluntad de los campesinos. Con el apoyo de la Gobernación, hoy se vislumbra una oportunidad para volver a levantarse, mejorar las condiciones de producción y reforzar la infraestructura agrícola.
“Lo más importante es que no nos dejaron solos”, repiten los habitantes de las veredas afectadas.
Esta emergencia reveló la importancia de la preparación, la respuesta inmediata y el acompañamiento constante a las comunidades campesinas. Los hechos también dejan una enseñanza clara: cuando el campo sufre, todo el territorio lo siente. Por eso, apoyar al campesinado no es solo un deber, es una inversión en el futuro del departamento.