Asesinato en la vía Ocaña: la violencia golpea nuevamente a Catatumbo
Cúcuta, Norte de Santander, ha sido escenario de múltiples ataques explosivos y carros y camión bomba en las últimas semanas. Un nuevo ataque sacudió la región con el asesinato de un conductor en la vía Ocaña, norte de Colombia. La noticia generó indignación en la comunidad y el gremio de transportadores, quienes lamentaron la muerte de Deiver Pallares.
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Los hechos ocurrieron en la carretera de Llano Grande a Boquerón, una importante vía que conecta Ocaña con el municipio de Convención, en la región de El Catatumbo, conocida por su presencia de grupos armados ilegales. Según las autoridades, un hombre fue asesinado a bala mientras se encontraba al interior de su camión. Tras el crimen, se produjo un ataque armado adicional: el vehículo fue incendiado, lo que dejó un video impactante que circuló rápidamente en redes sociales. En las imágenes se puede ver el camión envuelto en llamas, reflejando la crudeza de la violencia que azota a esta zona del país.
Ataque armado a conductor de Ocaña genera temor en la región
La víctima del atentado ha sido identificada como Deiver Pallares, un conductor muy conocido y querido en Ocaña. Durante años, Pallares prestó su servicio a la comunidad, ganándose la estima y respeto de sus colegas y vecinos. Su muerte ha consternado a los transportadores, quienes lo recuerdan como un hombre servicial, amable y siempre dispuesto a ayudar.
Aún se desconoce el motivo exacto del atentado. Se sospecha que el ataque está relacionado con la creciente presencia de grupos armados en el conflictivo Catatumbo, zona de guerrilleros y bandas criminales. Los transportadores temen que este crimen sea parte de una serie de ataques destinados a intimidar a la población y generar terror.
Este ataque ocurre en un contexto de creciente inseguridad en la región. Cúcuta enfrenta ataques explosivos y alta violencia en Catatumbo, lo que genera gran preocupación entre autoridades y población local.
Protestas y rechazo al asesinato del conductor
Como respuesta a este nuevo atentado, el gremio de transportadores de Ocaña ha convocado una protesta masiva para el próximo 22 de febrero. La protesta será una caravana de vehículos que saldrá de La Ondina y recorrerá las calles hasta la Alcaldía.
Durante el recorrido, los participantes portarán banderas blancas y harán sonar sus bocinas en señal de rechazo a la violencia. La manifestación culminará en la estación de gasolina Luis Fernando, en la Circunvalar, donde se celebrará una Eucaristía en honor al conductor asesinado.
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En el comunicado emitido por los transportadores, se resalta la indignación de la comunidad por la muerte de Pallares, y la protesta busca visibilizar la situación de inseguridad que enfrentan los habitantes de la región. A través de este acto, los transportistas pretenden enviar un mensaje claro de rechazo a la violencia y exigir mayor protección para los trabajadores del sector.
Además de la protesta, se espera que las autoridades intensifiquen sus esfuerzos para esclarecer el crimen y dar con los responsables del asesinato. La comunidad de Ocaña y los transportadores han expresado su apoyo a las investigaciones, aunque también han señalado que la falta de seguridad en la región es un factor clave que facilita estos ataques.
La situación de violencia en Catatumbo
El caso de Deiver Pallares es solo uno de los muchos ejemplos de la violencia que azota a la región del Catatumbo. Este territorio ha sido históricamente escenario de conflicto armado debido a su ubicación estratégica y a la presencia de grupos armados ilegales que controlan áreas clave para el narcotráfico y otros negocios ilícitos.
El Catatumbo ha sido una de las zonas más afectadas por la guerra interna en Colombia, con un alto índice de desplazamientos forzados y enfrentamientos violentos. Los grupos guerrilleros, las bandas criminales y los paramilitares han dejado su huella en la región, y a pesar de los esfuerzos del gobierno por restaurar el orden y garantizar la paz, la violencia persiste.
A pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades para frenar la violencia, la situación en Catatumbo sigue siendo crítica. En este contexto, el asesinato de Pallares y el ataque armado contra su camión ponen de relieve la creciente inseguridad en la región, que continúa afectando la vida diaria de los habitantes de Ocaña y otras localidades cercanas.