Los bloqueos indígenas en Risaralda llegaron a un giro inesperado. Un sorpresivo desenlace captó la atención de toda la región y dejó en evidencia el poder del diálogo en momentos de tensión.
Gobernación y comunidades indígenas logran reapertura vial
Luego de cinco días de bloqueos de las comunidades indígenas de Caldas, el tránsito vehicular por la Troncal de Occidente quedó restablecido. La minga fue suspendida mientras avanzan los diálogos con el Gobierno Nacional.
En un hecho que sorprendió a muchos, los bloqueos indígenas en Risaralda finalizaron con la reapertura total de la vía Remolinos, un corredor esencial que une Pereira con Viterbo. Esta vía, considerada una de las más importantes para el transporte en la región, ya está habilitada para todo tipo de vehículos.
El éxito en el restablecimiento del paso obedeció a un esfuerzo conjunto de la Gobernación de Risaralda, alcaldías locales, líderes indígenas y la Fuerza Pública. Lo más destacado es que se logró sin recurrir a enfrentamientos, privilegiando el diálogo.
Bloqueos indígenas en Risaralda finalizan sin confrontaciones
Israel Londoño, secretario de Gobierno de Risaralda, explicó que el acuerdo se logró tras intensas jornadas de mediación. “Gracias a la intervención de la Gobernación, al respaldo de la Policía Nacional y al compromiso de los alcaldes de Mistrató y Belén de Umbría, hoy entregamos un parte de tranquilidad a los risaraldenses sobre la vía Remolinos”, afirmó.
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Londoño aclaró que el gobierno departamental no adquirió compromisos directos durante la negociación. El liderazgo del proceso estuvo en manos del Ministerio del Interior, que gestionó los acuerdos con los manifestantes.
Estas acciones de mediación fueron ampliamente valoradas por la comunidad, pues demostraron que es posible resolver conflictos sociales sin violencia y respetando los derechos de las comunidades indígenas.
Gobernación y comunidades indígenas logran reapertura vial
La reapertura de la vía no solo implicó acuerdos políticos, sino también logísticos. Se dispuso transporte especial para el regreso de los manifestantes a sus resguardos, garantizando una transición pacífica y ordenada.
La Troncal de Occidente, afectada por los bloqueos, es una de las principales rutas para el comercio y el turismo en el centro-occidente del país. La recuperación de su movilidad permitirá la reactivación económica en los municipios de la región.
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La presencia de la Fuerza Pública se mantuvo durante el operativo, aunque bajo un enfoque preventivo, para velar por la seguridad tanto de los viajeros como de las comunidades.
Hasta el momento, no se han reportado incidentes tras la reapertura, lo que marca un precedente en la manera de manejar futuras movilizaciones indígenas en el país. Autoridades locales esperan que el modelo de diálogo aplicado en Risaralda pueda replicarse en otras zonas, reduciendo así los impactos de los bloqueos prolongados.