Carla Giraldo, reconocida presentadora y actriz colombiana, abrió su corazón en una entrevista con la periodista María Camila Díaz, revelando un episodio poco conocido de su vida: su paso por el Instituto de Bienestar Familiar (ICBF) después de huir de su casa en su juventud.
Un pasado doloroso: La huida de su hogar
Giraldo, famosa por su papel protagónico en la telenovela ‘Lolita’, compartió detalles íntimos sobre su decisión de escapar de su hogar y buscar refugio en casa de una amiga. Sin embargo, la situación de ser menor de edad y estar sin supervisión legal la llevó a enfrentar dificultades significativas.
«Los menores de edad son un problema para cualquier persona», expresó Giraldo. «Nadie quiere tener ese problema en casa, por más que te quieran y te valoren, porque los padres deben saber dónde está su hija y me convertí en una niña problema».
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El impacto del instituto de Bienestar Familiar
Después de ver un anuncio que decía «Los niños buscan su hogar», Giraldo tomó la decisión de dirigirse al ICBF en busca de un lugar donde sentirse segura. Sin embargo, su experiencia en esta institución estatal no fue fácil.
«Me encontré con un mundo muy difícil», relató Giraldo. «Nos levantaban a las 4:00 a. m. a bañarnos con agua fría. Vi niñas de cinco a seis años completamente desarrolladas por problemas de abuso en su pasado».
Reflexiones sobre el apoyo a los menores en el ICBF
La actriz cuestionó la forma en que los menores de edad son atendidos en el ICBF, sugiriendo que deberían tener acceso a actividades recreativas y descanso adecuado.
«Deberíamos tener algo de diversión, poder descansar, ver televisión, tener otros recursos», expresó Giraldo. «Me ponían a hacer pan, a hacer artesanías y no está mal porque te enseñan a vivir».
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Compromiso y autocrítica
Giraldo reconoció que, a pesar de haber prometido convertirse en una defensora de los derechos de las niñas que pasan por experiencias similares, aún no ha cumplido completamente con esa promesa.
«Siempre dije que me iba a volver una abanderada de esas niñas y nunca lo he hecho», admitió Giraldo. «Es algo en lo que hoy en día me doy látigo todavía, porque meterse con una entidad del estado no es fácil».
En resumen, la valiente revelación de Carla Giraldo sobre su experiencia en el ICBF destaca la importancia de brindar un adecuado apoyo y cuidado a los menores en situaciones difíciles, así como el compromiso personal de abogar por aquellos que enfrentan circunstancias similares.
