La justicia colombiana impone la mayor condena a un extranjero por explotación sexual de menores en Medellín
En una decisión sin precedentes, un tribunal de Medellín condenó a Thomas Michael Renno, ciudadano estadounidense de 72 años, a 30 años y 6 meses de prisión por explotación sexual comercial de menores. Renno fue hallado culpable de explotación sexual de personas menores de 18 años, así como de utilizar medios de comunicación para facilitar estos actos. La condena, la más severa registrada en Colombia para un extranjero por este tipo de delito, pone de manifiesto el compromiso de las autoridades en la lucha contra la explotación infantil.
Este proceso se inició en 2018 tras recibir una alerta de las autoridades estadounidenses sobre un dispositivo en Medellín usado para ofrecer servicios sexuales de menores de edad. La investigación permitió identificar a Renno, quien, bajo varios alias, contactaba a menores en Medellín y las sometía a actos sexuales en sus visitas al país.
Renno ingresó a Colombia en múltiples ocasiones para cometer explotación sexual
Según la investigación, la actividad delictiva de Thomas Michael Renno comenzó a principios de 2017, cuando el estadounidense ingresó al país en varias ocasiones a través del aeropuerto José María Córdova de Rionegro. Entre mayo de 2017 y mayo de 2018, Renno visitó Colombia en siete oportunidades, periodo en el que utilizó su residencia temporal en Medellín para llevar a cabo la explotación sexual de menores. Bajo diferentes perfiles, incluidos «Tom Renno» y «Tom Rene», localizaba a adolescentes previamente contactadas por aplicaciones y redes sociales, ofreciendo sumas de dinero a cambio de encuentros sexuales. El acceso a pruebas contundentes, tanto en medios digitales como en testigos, fue clave para establecer la identidad real de Renno y su método de operación.
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Pena histórica impuesta por la justicia colombiana
El fallo emitido por un juez penal en Medellín es histórico no solo por su severidad sino también por su valor simbólico en la protección de menores y la lucha contra la explotación sexual. Esta condena a 30 años y 6 meses representa la mayor pena impuesta en Colombia a un extranjero por explotación sexual de menores, y pone de relieve el compromiso de la Fiscalía General de la Nación en la persecución de estos crímenes.
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Renno deberá cumplir su sentencia en un centro carcelario colombiano, en una decisión de primera instancia que, de acuerdo con la Fiscalía, representa un precedente y una advertencia para los infractores de la ley. Este caso también subraya la cooperación internacional en la detección y judicialización de delitos de explotación infantil, pues fue una alerta de autoridades de Estados Unidos la que encendió la investigación que llevó a la captura y condena de Renno.
La justicia colombiana y la Fiscalía han reafirmado que perseguirán sin descanso los crímenes de explotación de menores, reforzando la colaboración con organismos internacionales para detectar y sancionar a quienes atenten contra los derechos de los niños y adolescentes. Este proceso envía un mensaje claro: no hay espacio para la impunidad en delitos de explotación sexual, y quienes intenten perpetrarlos en Colombia enfrentarán la ley en toda su extensión.
