Las tensiones entre Perú y Colombia se han intensificado luego de que la presidenta peruana, Dina Boluarte, le pidiera a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, que se dedique a gobernar su propio país y que deje a los peruanos resolver sus propias protestas. Las declaraciones se dan en el contexto de la declaración del Congreso de Perú que califica a Petro como persona no grata.
Durante una actividad oficial, la presidenta Boluarte manifestó su molestia con Petro y con otros presidentes de la región que han opinado sobre la crisis política y social que enfrenta Perú, la cual ha dejado ya 70 personas muertas. La mandataria señaló que rechaza todo tipo de injerencia hacia la historia de su país y considera que las declaraciones de Petro son tristes para Perú.
Por su parte, el Congreso de Perú emitió la declaración de persona no grata para Gustavo Petro como rechazo a sus comentarios sobre la Policía del país y pidió a las autoridades que garanticen que no ingrese al territorio nacional. Estas acciones han tensado aún más las relaciones entre Perú y Colombia, en un momento en el que ambas naciones enfrentan una serie de desafíos internos.
En Colombia, las protestas sociales y políticas han sido una constante en los últimos años, mientras que en Perú la crisis política y social se ha profundizado desde las elecciones presidenciales del año pasado. La tensión entre ambos países es un reflejo de la complejidad de los desafíos que enfrenta la región y del papel de los líderes en la gestión de las crisis.
“En Perú, (los policías) marchan como nazis, contra su propio pueblo, rompiendo la Convención Americana de Derechos Humanos”, fueron las declaraciones del presidente colombiano por las que el Congreso tomó dicha medida.