Cenizas de ‘La Bestia’ no reposarán en Valledupar
Hoy, en un giro que ha captado la atención de Colombia y sus alrededores, se oficializa que Luis Alfredo Garavito, tristemente célebre como ‘La Bestia’ por sus horrendos actos contra menores, no tendrá sepultura en Valledupar. Tras su cremación, sus cenizas tomarán un viaje final hacia Génova, Quindío, el sitio donde vio sus primeros días.
Esta modificación en el ritual funerario surge a raíz de una petición especial de la Defensoría del Pueblo. El motivo radica en la presentación de un sobrino del difunto ante las autoridades de Medicina Legal.
La Alcaldía de Valledupar se ha hecho cargo de los gastos relacionados con esta ceremonia, estimando un costo cercano a los $2.700.000.
Lea también: Dilian propone Comercializadora Directa de Cosechas en Valle del Cauca
Un vistazo a la oscura huella de ‘La Bestia’ en América Latina
A pesar del énfasis mediático en su cremación, es crucial recordar la razón de la notoriedad de Luis Alfredo Garavito en la región. Conocido también como ‘El Monstruo de Génova’, Garavito Cubillos dejó una marca indeleble con más de 200 asesinatos de niños y adolescentes. Estos actos nefastos no solo mancharon la historia de Colombia, sino que también se esparcieron por naciones vecinas.
Condenado originalmente a 1.853 años y nueve días por crímenes que helaron la sangre de muchos, incluyendo actos sexuales violentos, homicidios y secuestros, su pena fue ajustada a 40 años en 1999. De estos, Garavito solo vivió tras las rejas 24 años. Vale la pena mencionar que su partida de este mundo se dio el 12 de octubre a la 1:30 p.m., debido a un paro cardiorrespiratorio, exacerbado por el cáncer ocular y leucemia que lo aquejaron por años.
Le puede interesar: Protección y Bienestar Animal en Valle del Cauca
El acto de cremación de hoy no solo simboliza el cierre físico de la existencia de ‘La Bestia’, sino que también representa una oportunidad de reconciliación para el país y las familias victimizadas. Sin embargo, para muchos, el recuerdo de sus actos perdurará, siendo un sombrío recordatorio de hasta dónde puede llegar la malevolencia humana.
