La noticia del cruel asesinato de Maryori Muñoz Sánchez ha conmocionado a Colombia y ha despertado el rechazo y la indignación de la sociedad. Los detalles del ataque son desgarradores y dan cuenta de la violencia extrema que puede llegar a ejercerse contra las mujeres en situaciones de violencia de género.
Según los testimonios recogidos por las autoridades, el agresor de Maryori Muñoz fue su expareja sentimental, identificado como Luis Carlos Aguirre, de 67 años. El hombre habría llegado al centro comercial Mayorca, en Sabaneta, donde se encontraba la mujer trabajando en uno de los consultorios ubicados en el piso 11.
Testigos aseguran que Luis Carlos Aguirre golpeó el vidrio de la puerta y llamó a Maryori para que saliera. La mujer salió a hablar con él y, tras dos minutos de conversación, regresó corriendo a su consultorio gritando que le dolían los ojos y la garganta. Según la reconstrucción de los hechos, el hombre le había arrojado una extraña sustancia en polvo que le quemó las córneas y el sistema respiratorio.
La situación de Maryori se agravó rápidamente. A pesar de los esfuerzos de los expertos en salud que llegaron al lugar para atenderla, la sustancia inhalada por la víctima le quemó los órganos internos y le causó la muerte en el lugar.
Las autoridades ya tienen muestras del polvo utilizado en el ataque y se encuentran investigando los detalles del caso para determinar la naturaleza de la sustancia utilizada y establecer los motivos y las circunstancias del asesinato.
El caso ha generado una fuerte conmoción en Colombia y ha llevado a las autoridades y a la sociedad en general a reflexionar sobre la necesidad de adoptar medidas más efectivas para prevenir y erradicar la violencia de género en todas sus formas. La violencia contra las mujeres es un problema social grave que requiere de la acción coordinada de todos los sectores de la sociedad para erradicarla y garantizar la protección y el bienestar de las mujeres.