Un amanecer de luto y consternación
Las primeras luces del día en Boyacá se vieron ensombrecidas por la terrible noticia de un fatal accidente. Tres niños de 12, 14 y 15 años perdieron la vida cuando la ruta escolar en la que viajaban se precipitó por un abismo de aproximadamente 100 metros. Este fatídico evento se presentó alrededor de las 6:30 de la mañana, tiñendo con luto y consternación a toda la comunidad.
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La trágica ruta hacia el colegio
El vehículo implicado en la tragedia se desplazaba por una ruta cotidiana, recogiendo a estudiantes de la Institución Educativa San Diego de Alcalá, ubicada en la vereda el Chiveche, del municipio de Guacamayas. Seis menores y el conductor conformaban el total de ocupantes del bus al momento del accidente.
La pérdida irremediable de jóvenes vidas
Las autoridades confirmaron inicialmente la triste desaparición de un niño de 12 años y una adolescente de 15. Posteriormente, cerca de las dos de la tarde, se reportó el fallecimiento de una tercera menor de 14 años, quien había sido trasladada en estado crítico al hospital de Soatá. A pesar de los esfuerzos heroicos del personal médico, la gravedad de sus heridas resultó ser demasiado severa para resistir.
El Gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán, lamentó profundamente la pérdida a través de su cuenta de Twitter: «Duele el alma, nos informan desde el hospital de Soatá, que pesar de los esfuerzos médicos, acaba de fallecer una menor de 14 años que fue remitida desde el hospital El Cucuy», escribió.
El conductor: un sobreviviente herido
Yimmy Javier Sierra Bustacara, de 37 años, conducía el vehículo al momento de la tragedia. Aunque también resultó herido, sus heridas se concentraron en uno de sus pies. Se sospecha que Sierra pudo haber perdido el control del vehículo en una curva, lo que provocó la caída por el abismo. Su testimonio será clave en las investigaciones.
Investigaciones en curso y heridos en recuperación
Por el momento, las autoridades se encuentran en plena investigación para determinar la causa exacta del siniestro. Mientras tanto, los demás menores que también resultaron heridos en el hecho están siendo valorados y atendidos en diferentes hospitales de la región. La tragedia ha dejado un vacío irremplazable en sus familias y en toda la comunidad.
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Mientras la comunidad de Guacamayas llora la pérdida de estas tres jóvenes vidas, es necesario resaltar la importancia de garantizar la seguridad de nuestros niños en sus trayectos a la escuela. El camino hacia la educación nunca debería convertirse en una ruta hacia la tragedia.
