A pesar de las señales positivas y el proceso de acercamiento, EE.UU. no está listo para restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela. Brian Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, afirmó en una conferencia virtual que, aunque se está considerando la visita del diplomático estadounidense Francisco Palmieri a Venezuela, la definición sobre el cambio en relaciones diplomáticas se tomará más adelante, enfocándose en el proceso de transición democrática.
Este pronunciamiento se produce después de que las relaciones diplomáticas entre ambos países se rompieran en 2019. Sin embargo, recientemente Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, expresó su interés de recibir a Palmieri, designado como jefe de Misión de la Oficina Externa de EE.UU. para Venezuela.
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Acercamientos y cautela en el horizonte diplomático
Aunque el asesor principal para Latinoamérica de Biden, Juan González, indicó que aún no hay fecha confirmada para el viaje, se reconoce un creciente interés de que Palmieri visite Caracas para dialogar con representantes de ambos lados del espectro político. Un avance significativo en las relaciones se evidenció cuando EE.UU. anunció un alivio temporal de seis meses en las sanciones relacionadas con el petróleo y el gas de Venezuela. Este gesto se produjo después de que se firmara un acuerdo de garantías electorales entre el gobierno de Maduro y la opositora Plataforma Unitaria. Sin embargo, EE.UU. ha dejado claro que este levantamiento de sanciones podría revertirse si no se sigue el camino electoral acordado.
Nichols expresó optimismo al respecto, mencionando: «Vemos acciones alentadoras de ambas partes. Esperamos que continuemos avanzando hacia unas elecciones transparentes y hacia una relación económica entre EE.UU. y Venezuela que beneficie a ambos países y a la región».
Sanciones y deportaciones: herramientas de cooperación y control
EE.UU. ha utilizado históricamente las sanciones como herramienta para impulsar cambios positivos en la región. Con el reciente levantamiento de sanciones, se refuerza la visión optimista del Gobierno de Biden hacia un futuro democrático para Venezuela.
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En otro signo de cooperación, se iniciaron vuelos de deportación entre EE.UU. y Venezuela. Luis Miranda, subsecretario adjunto de comunicaciones del Departamento de Seguridad Nacional, compartió detalles sobre la deportación de 127 venezolanos que habían ingresado de forma irregular a EE.UU. Miranda afirmó: «Desde el 11 de mayo, hemos repatriado a más de 300,000 personas, incluyendo venezolanos». Esta medida se prevé que continúe en el futuro.
Estos eventos resaltan la dinámica y complejidad de la relación entre Estados Unidos y Venezuela, mostrando un equilibrio entre la cooperación y la prudencia.
