Tras acciones inapropiadas en contra de la población civil.

El Ejército Nacional ha confirmado el retiro de 18 miembros, entre oficiales y suboficiales, en relación con los incidentes violentos ocurridos en la vereda Bocas del Manso, Tierralta, Córdoba.

Investigación determina mala conducta de los militares en Tierralta, Córdoba

La decisión fue tomada después de una investigación e inspección que evidenciaron comportamientos «totalmente contrarios al actuar institucional» durante las operaciones del Batallón de Infantería N.° 33 Junín, enfocadas en combatir al grupo armado Clan del Golfo.

El Ejército ha mantenido una colaboración activa con la Fiscalía General de la Nación, la Procuraduría General y la Justicia Penal Militar y Policial en la investigación de estos lamentables sucesos. La Defensoría del Pueblo también ha ofrecido su apoyo en este procedimiento.

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Traslado de personal no involucrado

A pesar de no estar directamente vinculados con las agresiones, se ha ordenado el traslado de 13 soldados profesionales a otras unidades, donde realizarán labores administrativas y servicios de régimen interno mientras continúa la investigación.

Compromiso con la formación y la legalidad

Para prevenir futuros incidentes, se están tomando medidas de fortalecimiento en escuelas de formación y capacitación militar. El Ejército reafirma su compromiso con la legalidad y el esclarecimiento de los hechos, actuando siempre bajo sus valores institucionales y en servicio a la nación.

Este incidente ha generado profunda preocupación en la sociedad colombiana. Las acciones inapropiadas de algunos miembros del ejército, como el uso indebido de las armas y el incumplimiento de normas militares, no sólo dañan la imagen de la institución, sino que también erosionan la confianza del público.

Las investigaciones en curso serán fundamentales para determinar el alcance de las responsabilidades y asegurar que se haga justicia. Con la colaboración activa del Ejército con las entidades judiciales, se espera llegar a conclusiones claras y tomar las medidas necesarias para garantizar que incidentes como este no vuelvan a ocurrir.

Es importante recordar que el papel del Ejército es proteger y servir a la nación. Incidentes como el ocurrido en Tierralta nos recuerdan la importancia de la formación, la ética y el respeto hacia la población civil en el ejercicio de las funciones militares.

La sociedad colombiana espera que estos hechos sean esclarecidos y que se tomen las medidas adecuadas para garantizar la integridad y seguridad de todos sus ciudadanos. La confianza en las instituciones es fundamental para el desarrollo y la paz del país, y todos debemos trabajar juntos para protegerla y fortalecerla.