El papa Francisco y su estado de salud actual
El papa Francisco, hospitalizado desde hace 18 días por una doble neumonía, descansó bien durante la madrugada del 3 de marzo, según informó el Vaticano.
La Santa Sede emitió un breve comunicado en el que aseguró que «el papa descansó bien toda la noche», lo que sugiere una leve mejoría luego del fuerte ataque de asma sufrido el 22 de febrero y la reciente crisis respiratoria del 1 de marzo.
El pontífice, de 88 años, se encuentra internado en el hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero debido a una bronquitis que evolucionó a una doble neumonía.
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Una hospitalización prolongada que genera incertidumbre
Esta es la cuarta hospitalización del papa desde 2021 y la más prolongada hasta el momento. Sus problemas de salud han sido recurrentes en los últimos años, con cirugías en el colon y el abdomen, además de dificultades para caminar.
El sábado 22 de febrero, el papa Francisco ya había sufrido un fuerte ataque de asma, lo que requirió incluso una transfusión de sangre. Estos episodios han encendido las alarmas sobre su capacidad para continuar con su agenda papal.
«No hay, al menos por el momento, más consecuencias con respecto a la crisis del pasado viernes», aseguró una fuente vaticana. Sin embargo, aclaró que su cuadro clínico sigue siendo complejo, lo que obliga a monitoreos constantes.
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El impacto en la agenda papal
La Santa Sede confirmó que el papa Francisco no podrá estar presente en la eucaristía del Miércoles de Ceniza, uno de los actos litúrgicos más importantes de la Cuaresma. También se han designado reemplazos para las celebraciones de Semana Santa, mientras el pontífice sigue su proceso de recuperación.
A pesar de su estado de salud, el papa envió un mensaje de agradecimiento a los fieles por su apoyo en estos momentos difíciles. «Quisiera darles las gracias por las oraciones (…): siento vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por el pueblo de Dios», escribió el pontífice.
La incertidumbre sobre su salud persiste, pero el hecho de que haya descansado bien representa un alivio para millones de fieles en el mundo. Los próximos días serán clave para determinar la evolución del papa y su capacidad para retomar sus actividades.