ELN anuncia paro armado indefinido poniendo en jaque los esfuerzos de paz en Colombia. El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha declarado un paro armado en varios municipios del departamento del Chocó, efectivo a partir del 10 de febrero. Esta decisión llega en un momento crítico, justo después de que finalizara el sexto ciclo de diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla en La Habana, Cuba, donde se habían logrado compromisos significativos hacia la desescalada del conflicto.
Un alto al fuego comprometido
El anuncio del ELN se produce en un contexto de tensiones crecientes debido a la presencia de «grupos paramilitares» en áreas estratégicas como los ríos San Juan, Sipí y Cajón, según lo denunciado por el Frente de Guerra Occidental Omar Gómez. La guerrilla ha instado a la población local a limitar sus movimientos para evitar «incidentes», lo que subraya la volátil situación de seguridad en la región. Este paro armado indefinido es el séptimo de su tipo anunciado por el ELN en el departamento del Chocó durante el último año, a pesar de estar en medio de negociaciones de paz con el gobierno.
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Avances y desafíos en las negociaciones de paz
El reciente ciclo de diálogos en La Habana había culminado con promesas por parte del ELN de cesar el secuestro, el reclutamiento de menores y el impacto negativo sobre las misiones humanitarias. Además, se anunció la creación de un fondo multidonante destinado al proceso de paz, pero no a los combatientes directamente. Este fondo busca apoyar la implementación de los acuerdos alcanzados y está abierto a contribuciones internacionales, en un esfuerzo por garantizar transparencia y evitar la corrupción que ha plagado iniciativas similares en el pasado.
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Transparencia y sostenibilidad: Pilares del proceso de paz
Tanto el jefe negociador del ELN, alias ‘Pablo Beltrán’, como Vera Grabe, destacaron la importancia de la transparencia y la legalidad en la administración de los recursos del fondo multidonante. Este enfoque busca no solo asegurar la correcta utilización de los fondos sino también fortalecer y sostener el proceso de paz, marcando un paso adelante hacia la resolución del conflicto armado que ha afligido a Colombia durante décadas.
Sin embargo, el reciente paro armado anunciado por el ELN pone en relieve la fragilidad del proceso de paz y la necesidad de abordar con urgencia los desafíos de seguridad que enfrentan comunidades como las del Chocó. Mientras Colombia busca avanzar hacia la paz, la presencia de grupos armados y la violencia continúan siendo obstáculos críticos que requieren soluciones integrales y el compromiso de todas las partes involucradas.
