Los empresarios del café en Colombia están enfrentando un panorama desafiante a pesar de que el consumo nacional del producto sigue siendo considerable. Aunque los colombianos son conocidos por su afición al «tintico» en la mañana o después del almuerzo, la realidad es que una gran parte de este consumo se compone de café importado. Esto representa un obstáculo para los productores locales. En respuesta, las compañías colombianas han decidido implementar una serie de estrategias para aumentar el consumo del café nacional.
Consumo de café en Colombia: Una realidad estancada
En términos de cifras, el consumo de café en Colombia ha permanecido estable, con un promedio de 2,2 millones de sacos anuales. Sin embargo, según datos de Bloomberg Línea, en los últimos años se ha observado una tendencia hacia el estancamiento. Esta situación ha generado preocupación entre los productores locales, quienes buscan revertir esta tendencia y fomentar el consumo de café colombiano.
El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), Germán Bahamón, destacó la necesidad de educar a los consumidores para que prefieran el café colombiano. Esta educación incluiría la exploración de los diversos tipos de café cultivados en el país, así como sus sabores y aromas distintivos. Bahamón enfatiza que promover el conocimiento y la apreciación del café nacional es crucial para incrementar su consumo interno.
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Estrategias para fomentar el consumo de café colombiano
Las compañías colombianas han delineado una estrategia multifacética para incrementar el consumo de café en Colombia. Entre las iniciativas propuestas se encuentran campañas digitales de educación, ferias de café y la inclusión del producto en el programa de alimentación escolar, conforme a la política pública Conpes 4052 citada por Bloomberg Línea. Estas acciones buscan no solo aumentar la visibilidad del café colombiano, sino también fomentar un mayor aprecio por su calidad y características únicas.
Además, la disminución en las importaciones de café ha sido una noticia alentadora para los productores locales. En los últimos 12 meses, el café importado en Colombia ha disminuido en un 45%, según datos del portal digital mencionado. Este café, proveniente de países como Brasil y Vietnam, es comercializado por algunas marcas que, aunque colocan la bandera de Colombia en el empaque, en realidad están vendiendo café extranjero. Esta práctica, aunque no ilegal, representa un reto significativo para los productores colombianos, quienes deben competir con productos que se presentan de manera engañosa como café colombiano.
Desafíos y oportunidades para los productores nacionales
A pesar de las dificultades, la situación también ofrece oportunidades para los productores colombianos. La reducción en las importaciones de café puede ser vista como una señal positiva y un impulso para continuar promoviendo el consumo de café local. Las campañas de educación y promoción pueden jugar un papel crucial en este proceso, ayudando a los consumidores a reconocer y valorar la autenticidad y calidad del café colombiano.
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El sector cafetero colombiano también busca aprovechar el creciente interés por productos locales y sostenibles. La narrativa de apoyar a los agricultores locales y consumir productos de origen conocido puede resonar con muchos consumidores, especialmente en un contexto donde la sostenibilidad y la responsabilidad social están ganando importancia.
En resumen, los empresarios del café en Colombia se enfrentan a un panorama retador, pero con la implementación de estrategias educativas y promocionales, así como la reducción en las importaciones, hay un camino claro para fomentar el consumo del café nacional. La clave estará en la capacidad del sector para educar a los consumidores y hacerles ver el valor y la calidad del café colombiano, asegurando así un futuro próspero para uno de los productos más emblemáticos del país.