Estado de conmoción interior por la crisis en Catatumbo
El gobierno de Colombia ha anunciado el inicio de operaciones ofensivas contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la región del Catatumbo. Esta decisión se produce tras el agravamiento de la crisis humanitaria en la zona, que ha dejado a más de 500 personas en riesgo, incluyendo firmantes del acuerdo de paz. Según el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, las Fuerzas Militares y de Policía han recibido la orden de copar el territorio tanto militar como socialmente.
El ministro Cristo destacó que mientras el ELN aparentaba estar preparado para retomar el diálogo con el gobierno, al mismo tiempo planeaba una toma violenta del Catatumbo. «El gobierno ha decidido pasar a la ofensiva, no solo militarmente, sino también mediante una transformación del territorio para evitar nuevos ciclos de violencia«, afirmó.
Medidas militares y sociales para enfrentar la crisis
El presidente de la República ha firmado un decreto de conmoción interior que establece un conjunto de medidas humanitarias, militares y de desarrollo para mitigar la situación en el Catatumbo. Estas acciones incluyen:
- Refuerzo militar: Aumento del pie de fuerza, intensificación de la vigilancia e interceptación de comunicaciones.
- Atención humanitaria: Asistencia inmediata a los desplazados, que en su mayoría se encuentran en refugios temporales en Cúcuta y Ocaña.
- Transformación territorial: Inversión de más de cuatro billones de pesos en sustitución de cultivos ilícitos e infraestructura educativa y social.
El ministro aseguró que estas medidas se implementarán de inmediato para estabilizar la región. «La conmoción interior nos permite tomar acciones rápidas y garantizar la seguridad de los habitantes», explicó.
Reacciones y consecuencias de la ofensiva contra el ELN
Desde el anuncio de las operaciones ofensivas, la fiscalía reactivó las órdenes de captura contra más de 30 cabecillas del ELN, incluidos «Pablo Beltrán», «Antonio García» y «Gabino». Estas medidas buscan frenar la influencia del grupo armado y restaurar el orden en la región.
La situación en el Catatumbo ha provocado un desplazamiento sin precedentes desde la desmovilización de las FARC. Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), informó que entre el 35% y el 40% de los desplazados son niños y adolescentes. Además, se teme que haya menores de edad entre los fallecidos.
Por su parte, Human Rights Watch ha criticado la falta de estrategias eficaces de seguridad y justicia. Juanita Goebertus, directora para las Américas de la organización, declaró que «la crisis del Catatumbo debe ser una alerta para el gobierno de Petro», ya que su estrategia de «paz total» enfrenta serios desafíos.
El gobierno colombiano enfrenta un desafío complejo en el Catatumbo. Las operaciones ofensivas buscan debilitar al ELN y garantizar la seguridad de la población, pero también demandan una intervención integral para evitar la repetición de la violencia. La atención a los desplazados, la inversión en el desarrollo social y el control territorial son aspectos clave en la búsqueda de una solución sostenible.