Un rastro de abusos a lo largo de una década El núcleo del escándalo se centra en las acusaciones hechas en los años 2007, 2017, 2018 y 2019, durante las cuales, el acusado, un hombre de 57 años, presuntamente llevó a cabo actos sexualmente abusivos y violentos contra su propia hija de 7 años y su sobrina de 5 años. Ambas niñas residían en la misma vivienda que él.
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Un círculo de terror y manipulación
Según los informes, el hombre habría intimidado a las niñas para mantener en secreto sus actos ilícitos. Todo esto amenazando con poner fin a sus vidas y las de sus madres si revelaban lo sucedido. Se cree que se aprovechó de la confianza de la familia para llevar a cabo actos sexuales inapropiados y violentos. Entre estos actos se incluye el forzar a una de las niñas a ver mientras abusaba de su prima.
Las autoridades fueron alertadas por las madres de las víctimas, quienes finalmente denunciaron al hombre por sus presuntos crímenes. Desde entonces, un fiscal del Centro de Atención Integral de Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) ha estado trabajando en el caso. Ahora ha logrado que un juez penal imponga una medida de aseguramiento en un centro de reclusión en contra del hombre.
#Atención #Aberrante ¡indignación! Hombre abusaba de su sobrina y su hija en Nariño, Ya fue capturado y judicializado. pic.twitter.com/H7Hu0zscvE
— El Norte Hoy (@norte_periodico) July 6, 2023
Por fin actuó la justicia
La justicia finalmente está actuando en nombre de estas jóvenes víctimas, ofreciéndoles una oportunidad de justicia y esperanza de protección futura. Sin embargo, la batalla legal está lejos de terminar, ya que se espera que el acusado responda por sus presuntos crímenes.
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Es esencial recordar que cada niño merece crecer en un ambiente seguro y amoroso, y que cualquier acto que viole este derecho es un crimen atroz. La comunidad debe estar vigilante y reportar cualquier sospecha de abuso infantil a las autoridades, para que se puedan tomar medidas para proteger a los niños y llevar a los perpetradores ante la justicia.
