Comunidad de Bosa ya había advertido sobre los perros callejeros
El ataque ocurrió cuando Greiber Eduardo Berrío, de 19 años, regresaba a casa. En su camino fue sorprendido por al menos nueve perros callejeros. Según el relato de su padre, Guillermo Berrío, el joven no tuvo posibilidad de defenderse.
«El estado de salud de mi hijo es bastante delicado por la mordedura de esos animales. Hoy en día está en una UCI, intubado», expresó visiblemente afectado.
Los perros ya habían mostrado comportamientos agresivos con otros vecinos de la zona. La comunidad había alertado a las autoridades sobre el riesgo que representaban. Sin embargo, ninguna entidad atendió los llamados.
Guillermo también reclamó que se comunicó en varias ocasiones con entidades protectoras de animales y con el Distrito, pero no recibió ninguna respuesta efectiva.
«Se ha llamado a las autoridades, se ha llamado a grupos de los animales y nadie hace caso», reiteró el padre del joven.
Lo más grave es que esta no era la primera vez que los caninos atacaban. La comunidad teme que otra tragedia similar pueda repetirse si no se toman acciones inmediatas.
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Familia de la víctima exige justicia y soluciones frente a los perros agresivos
La situación de Greiber es desgarradora. Además de perder sus brazos, su recuperación es incierta. Permanece intubado y con pronóstico reservado. La familia pide que se les garantice atención médica integral y acompañamiento psicológico.
“No queremos que esto le pase a nadie más. Mi hijo no podrá recuperar sus brazos. Esto se pudo haber evitado”, dijo Guillermo entre lágrimas.
Los vecinos también han expresado su angustia por el abandono de las autoridades. «Vimos cómo los perros corrían detrás de los niños. Había miedo todos los días», contó una vecina.
Expertos en salud pública advierten que el abandono animal, combinado con la falta de control, puede generar escenarios como este. Además, instan al Distrito a implementar campañas de reubicación, adopción y control de animales agresivos.
En Colombia, los ataques de perros callejeros no son nuevos. Sin embargo, la falta de protocolos para casos de agresión hace que las víctimas enfrenten un doble drama: el físico y el legal.
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¿Dónde están las autoridades?
Este caso ha generado fuertes críticas hacia la administración local. Ciudadanos aseguran que la falta de acciones preventivas derivó en esta tragedia. En redes sociales, las preguntas se repiten: ¿quién responde por los perros? ¿quién responde por la vida de Greiber?
El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal aún no ha emitido un comunicado oficial. Tampoco se ha hecho público un plan para atender a los animales involucrados ni para prevenir nuevos ataques.
«No se trata de ir contra los animales, sino de proteger a las personas», opinó una activista del sector.
En otras ciudades del mundo, los gobiernos han implementado programas de monitoreo y control. “Aquí nadie hace nada hasta que hay una tragedia”, expresó otro vecino.
Una ciudad con deuda en bienestar animal y seguridad ciudadana
Este caso refleja una preocupante realidad: Bogotá tiene una creciente población de perros callejeros y no cuenta con políticas efectivas para su manejo.
Organizaciones animalistas y de derechos humanos coinciden en que debe haber equilibrio: protección a los animales y también a las personas.
La historia de Greiber ha tocado el corazón de millones. En redes sociales, miles de personas han mostrado su apoyo y piden una campaña para recaudar fondos para su rehabilitación.
Su padre pide dos cosas: justicia y prevención. “Queremos que se haga algo por los demás jóvenes, por los niños, por los ancianos del barrio. Esto no puede quedar así”, concluyó.