La falta de seguridad en el Estadio Atanasio Girardot desata disturbios y deja 21 heridos
En la noche del 26 de septiembre, el esperado encuentro entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla en el Estadio Atanasio Girardot fue interrumpido violentamente, marcando un triste capítulo en la Liga BetPlay. Cuando el local se encontraba dominando el partido con un marcador de 2-0, la situación en las gradas se tornó caótica al minuto 54, cuando el juego tuvo que ser suspendido debido a riñas entre los aficionados. La tensión había comenzado a escalar tras el gol de Marino Hinestroza, y poco después, se reportaron enfrentamientos entre las hinchadas de ambos equipos.
La violencia se desata en las gradas
Testigos del incidente relatan que, tras la celebración del gol, un grupo de hinchas del Junior, aparentemente inconformes, saltó su espacio designado, lo que provocó un enfrentamiento directo con la afición local. En medio de la confusión, se habla de un robo de un trapo, lo que encendió aún más la ira de los barristas paisas. Las imágenes de lo sucedido muestran un escenario lamentable: varios aficionados sacaron armas blancas y provocaron un ambiente de pánico en las tribunas. Ante la feroz reacción de los barristas de Nacional, algunos hinchas de Junior se vieron obligados a saltar a la parte baja del estadio para escapar de la situación.
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La falta de seguridad en el estadio
Uno de los puntos más criticados por los aficionados y analistas fue la escasa presencia policial dentro del Atanasio Girardot. Manuel Villa, secretario de Seguridad de Medellín, explicó en una entrevista que se había dispuesto de más de 500 agentes de policía para el partido, aunque estos se encontraban fuera del recinto, siguiendo la normativa establecida por la Dimayor. Esta situación facilitó los disturbios, ya que la tardanza en la llegada de la policía permitió que los enfrentamientos escalaran.
La seguridad al interior del estadio depende del organizador del evento. Afuera del estadio, en el espacio público, había entre 530 y 600 uniformados”, indicó Villa. La falta de acción inmediata por parte de la policía dentro del estadio ha llevado a cuestionamientos sobre la capacidad de las autoridades para manejar situaciones de riesgo en eventos deportivos.
A medida que los disturbios aumentaban, el número de heridos se elevó a 21, lo que pone de manifiesto la necesidad de una revisión profunda de los protocolos de seguridad en eventos de esta magnitud. Villa reconoció que la situación se volvió incontrolable, especialmente porque los uniformados también tuvieron que gestionar la seguridad fuera del recinto.
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Dimayor anuncia la suspensión definitiva del partido
En declaraciones a Noticias Caracol, Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, confirmó que el partido no se reanudará, quedando el resultado final en 2-0 a favor de Atlético Nacional. “Este partido, como dijo el árbitro, se suspendió por falta de garantías. Es decir, está terminado, este no se va a reanudar”, expresó Jaramillo. Además, el Comité Disciplinario de la Liga BetPlay se enfrenta ahora al reto de tomar decisiones rápidas respecto a posibles sanciones, especialmente considerando que Nacional jugará de nuevo en su estadio el próximo fin de semana.
La situación actual plantea un desafío tanto para los organizadores como para las autoridades locales, quienes deben trabajar en conjunto para evitar que se repitan incidentes de esta naturaleza en el futuro.
