La noticia del feminicidio de Érika Aponte ha conmocionado a la sociedad colombiana. La joven de 26 años perdió la vida trágicamente después de recibir dos disparos por parte de su expareja, Christian Camilo Rincón Díaz, en la zona de comidas del reconocido centro comercial Unicentro, ubicado en la capital colombiana.
El fatídico incidente ocurrió cuando Rincón Díaz buscó a Aponte, quien trabajaba en Jenos Pizza. Tras una acalorada discusión, el hombre persiguió a Érika hasta alcanzarla y llevar a cabo el terrible acto. En el momento del feminicidio, Rincón vestía una chaqueta del Sistema de Transporte Masivo (TransMilenio) y portaba un carné de la empresa de seguridad Group Seguridad SAS.
Lamentablemente, el intento de suicidio de Rincón Díaz fracasó, ya que su arma se «encasquilló» en el momento crucial. Sin embargo, en un tercer intento, logró dispararse en la cabeza. Las autoridades lo trasladaron en estado crítico a la Clínica Santa Fe, donde luchaba entre la vida y la muerte. Trágicamente, en la mañana de hoy, 15 de mayo, la Policía Nacional confirmó su fallecimiento.
Según información suministrada por la alcaldesa Claudia López, Rincón Díaz era un empleado de una empresa de seguridad. Sin embargo, investigaciones de el medio de comunicación EL TIEMPO, revelaron que la Secretaría de Movilidad de Soacha tenía sus ojos puestos en él debido a la prestación de servicios de transporte de pasajeros sin autorización en nombre de una empresa reconocida en la zona.
Los registros del Ejército indican que Rincón Díaz era considerado remiso, es decir, nunca se presentó para arreglar su situación militar. Además, se han reportado antecedentes por lesiones personales en 2021 y constreñimiento ilegal en 2022.
Preocupantemente, tres días antes del feminicidio, Érika había denunciado las amenazas que recibía por parte de Rincón Díaz y había solicitado medidas de protección, según la Personería. Este trágico desenlace pone de manifiesto la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y atención en casos de violencia de género.
Para denunciar situaciones de violencia basadas en el género, se encuentran disponibles diversas líneas telefónicas de ayuda. La Fiscalía General de la Nación dispone del número nacional 018000919748, que también puede ser contactado marcando el 122 desde un teléfono celular, o el 601 5702000 en Bogotá. Asimismo, la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer y la Policía Nacional brindan orientación a través de la línea 155, y se puede contactar al 123 para recibir asistencia.
Esperamos que este lamentable suceso genere conciencia sobre la importancia de prevenir y abordar la violencia de género en nuestra sociedad,
