Murió Val Kilmer, el inolvidable actor de Top Gun y Batman Forever
Val Kilmer, el recordado intérprete de Iceman en Top Gun y Batman en Batman Forever, falleció a los 65 años tras complicaciones por una neumonía. La noticia fue confirmada por su hija, Mercedes Kilmer, al diario The New York Times, quien recordó además que el actor luchó contra un cáncer de garganta durante varios años. Su legado artístico permanece vigente en el corazón del público y en la historia del cine estadounidense.
El ascenso de Val Kilmer en Hollywood fue veloz y brillante
Val Kilmer nació en California y fue admitido a temprana edad en la prestigiosa escuela Juilliard de Nueva York, convirtiéndose en uno de sus estudiantes más jóvenes. Inició su carrera sobre las tablas, pero su primer papel cinematográfico llegó en 1984 con la comedia Top Secret!, una sátira ambientada en la Guerra Fría que marcó su debut en la gran pantalla.
En 1986, se consagró con su rol como Tom «Iceman» Kazansky en Top Gun, una cinta que lo lanzó al estrellato junto a Tom Cruise. Su personaje, frío y competitivo, se convirtió en uno de los más icónicos de los años 80. Este papel lo posicionó como una figura central en la industria del cine y lo llevó a ser uno de los actores más solicitados de la década siguiente.
En 1991, Kilmer interpretó al legendario músico Jim Morrison en The Doors, bajo la dirección de Oliver Stone. Su transformación física y emocional fue elogiada por la crítica, consolidando su imagen como un actor versátil y comprometido. Luego, en 1995, asumió el reto de encarnar a Bruce Wayne/Batman en Batman Forever, tomando el relevo de Michael Keaton. Aunque la cinta dividió opiniones, su interpretación fue considerada elegante y oscura.
La caída, los conflictos y su redescubrimiento emocional
Durante los años 2000, la carrera de Kilmer entró en una etapa de altibajos. Participó en múltiples películas independientes y producciones de bajo presupuesto que no lograron replicar su éxito anterior. Sin embargo, su talento nunca fue puesto en duda.
En 2014 fue diagnosticado con cáncer de garganta, enfermedad que lo llevó a someterse a una traqueotomía que afectó su capacidad para hablar. Este difícil proceso quedó registrado en el documental Val, estrenado en 2021 en el Festival de Cannes. En la cinta se muestran videos personales grabados por él mismo a lo largo de su carrera, ofreciendo una mirada íntima a su lucha, su arte y su legado.
Ese mismo año, sorprendió a sus fanáticos con un emotivo cameo como Iceman en Top Gun: Maverick. La escena con Tom Cruise generó una ola de comentarios positivos, destacando el coraje del actor al volver a la pantalla en esas condiciones. Fue su última participación en cine.
En el plano personal, Kilmer fue conocido tanto por su talento como por su temperamento en los rodajes. Joel Schumacher, director de Batman Forever, afirmó que su relación con Kilmer fue tan difícil que incluso rezaba por no volver a trabajar con él. Aun así, reconoció que había sido “el mejor Batman”. El director John Frankenheimer y Marlon Brando también vivieron tensiones durante el rodaje de La isla del Dr. Moreau.
Pese a estos conflictos, Kilmer mantuvo el respeto de varios colegas. Irwin Winkler, director de A primera vista, dijo que trabajar con él fue “una experiencia maravillosa” y que era un artista lleno de ideas brillantes. Josh Brolin también lo despidió con admiración, al escribir: “Te voy a extrañar. Eras un genio desafiante y valiente. Espero verte en el cielo”.
Pasión por el arte y la política
En sus últimos años, Val Kilmer también mostró interés por la política. En 2009 reveló que consideraba postularse como gobernador de Nuevo México, el estado donde vivía. Además, apoyó públicamente campañas como la de Ralph Nader en 2008 y defendió libertades religiosas frente al sistema de salud conocido como Obamacare en 2013.
Kilmer también trabajaba en un ambicioso proyecto personal: una adaptación cinematográfica de una obra de teatro sobre Mark Twain. Aunque su salud interrumpió los planes, su interpretación en el teatro fue muy bien recibida.
Su vida estuvo llena de luces y sombras, pero Val Kilmer dejó una huella profunda en el cine, el arte y la cultura popular. Su legado sigue vivo en cada escena, cada transformación actoral y cada personaje que supo dotar de alma y emoción.