Hospital Universitario del Valle: Innovando en Cuidado Paliativo y Soporte Social
En el corazón del Hospital Universitario del Valle (HUV), un nuevo espacio se ha convertido en refugio y alivio para aquellos pacientes que, además de enfrentar enfermedades terminales, atraviesan situaciones de abandono social. Esta iniciativa, denominada Sala Humana, se esfuerza por brindar atención y acompañamiento integral, no solo en salud física, sino también emocional, para estos pacientes y sus familias.
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Ubicada en el segundo piso del HUV, la Sala Humana es una innovación hospitalaria que alberga diez cubículos. Fue ideada para responder a una creciente necesidad de atención diferenciada. «Lo que vimos en nuestra revisión diaria de urgencias fue que muchos pacientes se estaban convirtiendo en un ‘paisaje’, olvidados debido a su condición de salud y su situación social», comenta Jhon Sandoval, jefe coordinador de Urgencias del HUV.
Un equipo multidisciplinario para un cuidado completo
Dentro de la Sala Humana, el HUV ha reunido un equipo formidable de profesionales, desde médicos paliativistas y especialistas en medicina interna hasta psicólogos, trabajadores sociales y especialistas en rehabilitación. Este equipo no solo se centra en la patología del paciente, sino que se esfuerza por participar activamente en el pronóstico o desenlace, según aclara Sandoval.
Los datos reflejan la urgencia de tal iniciativa. «El 40% de los ingresos por urgencias en el hospital corresponden a pacientes con cáncer en estadios terminales», apunta Sandoval. Además, se suman otros con enfermedades cerebrovasculares o traumas severos que, a pesar de haber superado una crisis inmediata, aún enfrentan adversidades sociales.
La importancia del espacio cobra vida cuando nos damos cuenta de que muchos pacientes no tienen familiares que puedan cuidarlos o, si los tienen, enfrentan obstáculos económicos y logísticos para llevarlos a casa. La Sala Humana, por lo tanto, va más allá del tratamiento médico, abordando los desafíos socioeconómicos que pueden afectar el bienestar del paciente.
María Fernanda Barreras, médica internista del HUV, destaca otro aspecto esencial del programa: el enfoque en el núcleo paciente-familia. «Nos esforzamos por mejorar la calidad de vida del paciente en su etapa final, pero también consideramos el impacto en la familia. Si proporcionamos una atención adecuada, facilitamos un duelo más tranquilo y aseguramos que el paciente sienta que el sistema de salud realmente lo acoge», comenta.
Historias de esperanza: El caso de Harrison
La Sala Humana no solo es un refugio, sino también un lugar de esperanza. Harrison Vélez es una prueba de ello. Tras pasar más de 285 días en la sala, este caleño de 46 años mostró una notable recuperación de un trauma craneoencefálico severo. Sin familia y enfrentando circunstancias sociales adversas, la Sala Humana le brindó el cuidado integral que necesitaba.
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Su historia no solo es un testimonio del éxito médico, sino también del impacto humano del programa. Gracias a la intervención del equipo de la Sala Humana, Harrison pudo reunirse con sus familiares y, en un giro sorprendente, con un conocido que lo estaba buscando y le ofreció un hogar.
En resumen, la Sala Humana del HUV está marcando la diferencia, proporcionando no solo cuidado médico, sino también un enfoque humano y compasivo para aquellos que lo necesitan más. Es un recordatorio de que en medio de los desafíos médicos, el toque humano sigue siendo esencial.
