La comunidad teme por los hechos violentos en esa zona y llegan a pensar que en el lugar hay un sicópata haciendo de las suyas.
El sector comprendido entre el barrio Santa María y el batallón de Cartago se ha convertido en los últimos años en un foco de terror. Pero también de desolación para los habiantes de la ciudad. Una serie de crímenes y desapariciones inexplicadas han plagado el área. Llevando a muchos a preguntarse si un sicópata hace de las suyas en Cartago, desatando el caos y la incertidumbre.
Hace nueve años, el hallazgo de los cuerpos de Hilary Tatiana Cardona Naya y Juan Antonio Torres Patiño en un caño de la finca Semigavilanes, cerca al Monasterio, conmovió a toda la región. La pareja había sido reportada como desaparecida el 19 de mayo de 2014 y su destino final fue descubierto de la manera más trágica posible. Los cuerpos estaban semi desnudos, y aunque las autoridades hicieron todo lo posible por esclarecer los hechos, la sombra de la duda y la impunidad aún persisten.
Otro caso generó terror en la misma zona
En diciembre de 2017, otro caso estremecedor sacudió a la comunidad. Una mujer de 47 años desapareció tras salir a pasear a su perro por el barrio Argos. Su cuerpo fue hallado días después en un aljibe ubicado en una zona boscosa cerca del barrio Santa María. A pesar de las intensas búsquedas y la movilización social, el autor o los autores de este horrendo crimen permanecen en la sombra.
Dos mujeres fueron objeto de un intento de violación por un desconocido en la misma zona. Afortunadamente, lograron tomar una fotografía del agresor y compartirla en las redes sociales, pero su identidad y paradero siguen siendo un misterio. Este hecho parece haber espantado al agresor, ya que por un tiempo los incidentes similares cesaron.
Sin embargo, la tranquilidad fue efímera. En junio de 2023, los restos óseos de Daniela Santiago y Nicolás Aristizábal Gómez, dos jóvenes desaparecidos, fueron encontrados desmembrados en una laguna de Cartago. La moto de Nicolás fue hallada abandonada y los primeros indicios de la tragedia se descubrieron gracias a un anónimo que guió a la familia de los jóvenes hasta el lugar del macabro hallazgo.
Ahora, en octubre de 2023, la zozobra vuelve a atacar. Dos cuerpos sin vida fueron encontrados en la misma zona boscosa que ha sido escenario de tantas tragedias. Los cuerpos, pertenecientes a un hombre y una mujer, se encontraban al parecer desnudos, lo que añade un grado más de horror y misterio al caso.
La Fiscalía General de la Nación tiene en sus manos la difícil tarea de desentrañar estos crímenes y desapariciones, y dar con el paradero de este sicópata que parece burlarse de la justicia. La Policía Nacional, por su parte, debe redoblar esfuerzos para brindar seguridad a los habitantes de la región y evitar que este ciclo de violencia se perpetúe.
Cartago vive días oscuros, y solo la justicia y la verdad podrán devolver la luz a esta comunidad asolada por el miedo y la incertidumbre. Determinar si es o no un sicópata de Cartago. Y si no, detener a los responsables de los hechos. La sociedad clama por respuestas y acciones concretas para que esta pesadilla llegue a su fin.
