Un devastador terremoto de magnitud 7,2 ha sacudido la isla de Taiwán en la mañana de este miércoles, dejando a su paso una estela de destrucción y desesperación. El sismo, que tuvo su epicentro en la costa oriental, ha cobrado hasta el momento nueve vidas, mientras más de 800 personas resultaron heridas y decenas continúan atrapadas bajo los escombros de edificios colapsados y corrimientos de tierras. Este es el mayor terremoto registrado en Taiwán desde 1999, cuando un desastre natural similar cobró la vida de aproximadamente 2.400 personas y dejó a cerca de 10.000 heridos.
Réplicas amenazan con prolongar la tragedia
El Centro Sismológico de la Administración Meteorológica de Taiwán ha advertido sobre la posibilidad de réplicas, con magnitudes que podrían oscilar entre 6,5 y 7,0 en los próximos tres o cuatro días. Hasta el momento, apenas horas después del sismo principal, ya se han registrado más de 58 réplicas, dos de las cuales superaron los 6 grados en la escala de Richter, sembrando aún más temor entre la población ya traumatizada.
Lea también: Ecuador empezará a devolver presos colombianos
Impacto y despliegue de recursos
El epicentro se ubicó aproximadamente a 25 kilómetros al sur-sudeste del centro de Gobierno del condado de Hualien, una zona montañosa escasamente poblada en la costa este de la isla. La violencia del temblor se hizo sentir en toda la isla, provocando corrimientos de tierras, grietas en carreteras, demolición parcial de edificaciones, caída de grúas y estructuras inclinadas y precarias en el área urbana de Hualien. Los servicios públicos de transporte han sido cancelados en varias ciudades, mientras que escuelas y oficinas han sido evacuadas como medida preventiva.
Solidaridad internacional y respuesta local
Múltiples países, incluido Japón, han expresado su solidaridad y ofrecido asistencia a Taiwán en estos momentos de crisis. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha destacado la disposición de su país para brindar apoyo a Taiwán, recordando la ayuda recibida por parte de la isla tras desastres naturales previos en Japón. Mientras tanto, en Taiwán, las autoridades locales han activado un mecanismo de respuesta ante desastres para atender a un gran número de pacientes, aunque hasta el momento los hospitales designados no han reportado signos de saturación.
Le puede interesar: Investigación en Valle de Aburrá: Caso de Timothy Alan Livingston
Testimonios de sobrevivientes: miedo y solidaridad
Entre los sobrevivientes, el miedo y la solidaridad se entrelazan en relatos conmovedores. Yu-Ting Liu, periodista y traductora taiwanesa, describió el pánico que sintió durante el sismo, mientras que Jorge González, un español residente en Taiwán, compartió su experiencia desde la sala de profesores de una universidad, donde impartía clases al momento del temblor. A pesar del miedo y la devastación, la respuesta ejemplar de la población taiwanesa y el despliegue de recursos tanto locales como internacionales ofrecen un rayo de esperanza en medio de la tragedia.
Este devastador terremoto, además de causar estragos en Taiwán, ha vuelto a poner de manifiesto la vulnerabilidad de la región ante los desastres naturales y la importancia de la solidaridad internacional en momentos de crisis.
