El desempeño financiero de Tigo durante el primer trimestre del año se vio afectado por una reducción en la actividad comercial y de ventas en su unidad de negocio de hogares, que incluye servicios de televisión, internet y telefonía fija. Esta situación fue atribuida a la desaceleración del mercado y de la industria en general, impactada por variables macroeconómicas como la inflación, las tasas de cambio y la competencia en el mercado con ofertas y tarifas más bajas. Así lo señala el reporte trimestral de la empresa, destacando el entorno desafiante en el que operan actualmente.

La empresa ha enfrentado una disminución en los ingresos debido a la menor actividad comercial, sin embargo, ha logrado compensar esta baja mediante una estrategia efectiva de reducción de costos y gastos operativos. Esta gestión ha permitido que el Ebitda de Tigo sea superior en comparación con el mismo trimestre del año anterior, demostrando una capacidad de adaptación y eficiencia en la administración de recursos.

Estrategias de eficiencia y control de costos

A pesar de los desafíos económicos, Tigo ha mantenido un enfoque integral en la gestión operativa y financiera. La empresa ha implementado medidas para controlar los costos y gastos comerciales, incluyendo una revisión continua de tarifas con proveedores y terceros. Esta estrategia ha sido clave para incrementar las eficiencias de flujo de caja y rentabilidad, permitiendo a Tigo mantenerse competitivo en un mercado exigente.

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Además, la compañía ha limitado los presupuestos de inversión, orientándolos únicamente al crecimiento, expansión y mantenimiento de su red móvil y fija a lo largo del país. Esta política de inversión selectiva busca asegurar la sostenibilidad y expansión de su base de clientes, garantizando al mismo tiempo la calidad del servicio ofrecido. Estas acciones han permitido a Tigo mejorar su posición financiera, a pesar de las pérdidas reportadas.

Resultados financieros y nuevos liderazgos en Tigo

Al cierre de marzo, reportó pérdidas por $95.324 millones, una cifra considerablemente menor en comparación con los $148.397 millones perdidos en el primer trimestre del año anterior. Esta reducción en las pérdidas refleja el éxito de las medidas implementadas para mejorar la eficiencia operativa y reducir costos.

En paralelo a estos resultados financieros, la empresa también ha experimentado cambios en su liderazgo. La semana pasada, la junta directiva de la compañía designó a Carlos Blanco como nuevo presidente. Actualmente, se están llevando a cabo los trámites legales necesarios para su vinculación formal, tras lo cual Blanco comenzará a desempeñar sus funciones al frente de la empresa.

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Estos movimientos estratégicos y de liderazgo son parte del esfuerzo continuo de Tigo para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y fortalecer su posición competitiva. La empresa sigue enfocada en la gestión eficiente de sus operaciones y en la implementación de estrategias que permitan un crecimiento sostenible y rentable, asegurando así su compromiso con la calidad del servicio y la satisfacción de sus clientes.

En resumen, a pesar de la desaceleración del mercado y los desafíos macroeconómicos, Tigo ha demostrado una notable capacidad de resiliencia y adaptación. La compañía ha logrado mejorar su Ebitda y reducir sus pérdidas mediante una gestión eficiente de costos y una estrategia de inversión selectiva, lo que augura un futuro prometedor bajo el nuevo liderazgo de Carlos Blanco.