Vendaval en Quinchía deja daños en viviendas, cultivos y vías rurales
Un fuerte vendaval se registró en las últimas horas en el municipio de Quinchía, Risaralda, dejando afectaciones de consideración. Según el reporte oficial, 59 familias resultaron damnificadas, siendo el corregimiento de Irra uno de los más impactados por la emergencia.
Viviendas y cultivos afectados por el vendaval en Quinchía
El fenómeno natural provocó serios daños en la infraestructura de varias viviendas, principalmente por la pérdida parcial o total de los techos. En el corregimiento de Irra se reportó caída de árboles y afectaciones en vías terciarias, lo que ha dificultado el acceso a ciertas zonas rurales del municipio.
Además de los daños a las casas, una institución educativa también fue impactada por el vendaval. Su infraestructura presentó afectaciones que obligaron a suspender algunas actividades académicas mientras se evalúan los riesgos.
En al menos seis veredas, campesinos reportaron pérdidas en cultivos de plátano, una de las actividades económicas más importantes para las familias rurales de la región. Los vientos destruyeron sembradíos completos, afectando no solo los ingresos de las familias, sino también la economía local.
Respuesta inmediata de Gestión del Riesgo y entrega de ayudas
La coordinadora departamental de la Unidad de Gestión del Riesgo, Diana Carolina Ramírez Laverde, informó que la respuesta institucional fue rápida. En articulación con la Gobernación de Risaralda y la Alcaldía de Quinchía, ya se entregaron las primeras ayudas humanitarias.
“Ya se entregó la asistencia humanitaria para las familias que resultaron afectadas por el vendaval que se presentó. Para estas personas se entregaron 1300 tejas, 59 kits de aseo, cocina y abrigo. Estamos atentos a todas las emergencias que se vienen presentando en esta primera temporada de lluvias. Todos los consejos de Gestión del Riesgo estamos atentos a las novedades”, expresó Ramírez Laverde.
Este tipo de respuestas buscan mitigar el impacto inmediato de la emergencia y brindar algo de alivio a las personas que perdieron parte de sus pertenencias. La prioridad es garantizar un techo y condiciones mínimas de habitabilidad para las familias más afectadas.
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Temporada de lluvias deja más de 300 familias damnificadas en Risaralda
La emergencia en Quinchía no es un caso aislado. Esta primera temporada de lluvias ha causado afectaciones en los 14 municipios de Risaralda, dejando más de 300 familias damnificadas hasta la fecha.
Según los informes más recientes de los organismos de socorro, las lluvias intensas han provocado crecientes súbitas, deslizamientos de tierra, taponamientos de vías y afectaciones en cultivos y acueductos veredales. La población rural es la más expuesta ante estas situaciones por su ubicación en zonas montañosas y con menor infraestructura.
Ideam emite alertas por riesgo de deslizamientos y aumento de ríos
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) mantiene una alerta máxima en todo el departamento ante la alta probabilidad de deslizamientos de tierra.
Municipios como Pereira, Dosquebradas, Santa Rosa de Cabal, Quinchía, Marsella, Mistrató y Pueblo Rico, presentan los mayores niveles de riesgo geológico. Se han identificado zonas críticas en varias laderas inestables, sobre todo en áreas donde ya ha llovido de forma constante en los últimos días.
Además, cinco ríos que atraviesan el área metropolitana y el occidente risaraldense presentan incrementos en sus niveles. Uno de los más vigilados es el río Cauca, especialmente a su paso por el municipio de La Virginia y el corregimiento de Caimalito, en Pereira.
Las autoridades adelantan monitoreo permanente con el fin de anticiparse a posibles crecientes, emitir alertas tempranas y activar planes de evacuación si fuese necesario.
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Prevención y monitoreo, claves frente a nuevas emergencias
La Unidad de Gestión del Riesgo hace un llamado a las comunidades para que reporten cualquier situación anormal, especialmente en zonas propensas a deslizamientos y crecientes.
También se recomienda evitar transitar por vías rurales durante lluvias intensas y estar atentos a las recomendaciones de los consejos municipales de gestión del riesgo. La prevención sigue siendo la mejor herramienta frente a fenómenos climáticos cada vez más intensos.
Las autoridades continúan haciendo presencia en las zonas afectadas, evaluando daños y entregando apoyos según las necesidades. La solidaridad y la acción coordinada entre instituciones son esenciales para superar estos momentos difíciles.