Microsoft anuncia el fin del soporte para Windows 10 y Microsoft 365
El fin de Windows 10 se acerca rápidamente, y Microsoft ha intensificado su estrategia para migrar a los usuarios hacia Windows 11. A partir del 14 de octubre, este sistema operativo dejará de recibir actualizaciones, incluyendo las esenciales de seguridad, lo que pone en riesgo a quienes aún lo utilizan. Además, las aplicaciones de Microsoft 365, como Word, Excel y Outlook, también perderán soporte oficial en esta misma fecha, lo que ha generado preocupación entre los usuarios profesionales y empresas.
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¿Qué significa el fin del soporte para Windows 10?
La fecha límite del 14 de octubre marca un cambio drástico en la estrategia de Microsoft. Este día, el sistema operativo dejará de recibir actualizaciones de cualquier tipo, incluyendo las de seguridad. Aunque Windows 10 seguirá funcionando, la falta de soporte incrementa los riesgos de vulnerabilidades y problemas de compatibilidad a medida que pase el tiempo.
Según datos recientes de Statcounter, Windows 10 aún domina el mercado con un 62,7% de las instalaciones, mientras que Windows 11 solo ha alcanzado un 34,12%. Este escenario refleja el desafío que enfrenta Microsoft para convencer a los usuarios de dar el salto a su último sistema operativo. Para acelerar esta transición, la compañía ha implementado medidas más agresivas, como la eliminación del soporte de las aplicaciones más utilizadas por sus clientes.
Microsoft 365 también quedará sin soporte
Una de las decisiones más polémicas de Microsoft ha sido anunciar que las aplicaciones de Microsoft 365 dejarán de recibir soporte en Windows 10 desde la misma fecha, 14 de octubre. Esto incluye herramientas clave como Word, Excel, Outlook y servicios como OneDrive y Microsoft Teams. Aunque la compañía asegura que estas aplicaciones seguirán funcionando, los usuarios pueden enfrentar problemas de rendimiento, falta de actualizaciones y vulnerabilidades de seguridad con el tiempo.
Este movimiento afecta principalmente a empresas y profesionales que dependen de estas herramientas para su día a día. Sin actualizaciones de seguridad, cualquier vulnerabilidad detectada podría ser aprovechada por cibercriminales, comprometiendo datos y operaciones críticas.
¿Qué busca Microsoft con esta estrategia?
El objetivo de Microsoft es claro: aumentar la adopción de Windows 11, un sistema que ha tenido dificultades para ganar terreno. La eliminación del soporte para Windows 10 y Microsoft 365 es un intento de forzar a los usuarios a realizar la actualización, aunque para muchos esto implica costos adicionales y problemas de compatibilidad.
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La falta de interés en actualizar a Windows 11 puede deberse a varios factores, como la necesidad de hardware compatible o el rechazo a cambiar un sistema con el que los usuarios ya están familiarizados. Sin embargo, con medidas como esta, Microsoft busca acelerar la transición y asegurar la continuidad de su ecosistema más reciente.