La ciudad de Bucaramanga se encuentra consternada por la trágica muerte de un niño de 5 años.
El lamentable incidente tuvo lugar alrededor del mediodía del miércoles 17 de mayo en una zona boscosa del barrio Café Madrid, al norte de la capital de Santander. El pequeño se encontraba acompañado de su tía, quien intentó protegerlo de los animales, pero desafortunadamente no logró salvarlo.
Según relataron los familiares a las autoridades, el niño estaba jugando en el sector conocido como El Cable cuando ocurrió el trágico suceso. En ese mismo momento, otro residente del área paseaba a sus mascotas, cuatro perros, dos de los cuales eran de raza pitbull y, aparentemente, estaban sin bozal.
Los canes se abalanzaron sobre el menor y, en un ataque despiadado, le quitaron la vida. Se informó que la ferocidad del ataque dejó el rostro y otras partes del cuerpo del niño completamente destrozadas. En el lugar quedaron evidencias de sangre y los zapatos que el pequeño llevaba puestos.
«Ya habíamos advertido que esos perros eran muy agresivos. Le dijimos al dueño varias veces que no los sacara así. Solicito a las autoridades que se haga justicia, que esto no quede impune. Ese señor debe pagar por la muerte del niño, no es justo que ocurran estas cosas», expresó la abuela del niño.
Tras el ataque, los residentes del sector alertaron a las autoridades, y un grupo de agentes de la Policía y del CTI de la Fiscalía se trasladó al lugar para realizar el levantamiento del cuerpo, el cual fue llevado a la morgue de Medicina Legal.
La comunidad también señaló que el dueño de los pitbulls, identificado como Reinaldo Pinilla, ya había sido denunciado anteriormente por hechos similares. Es decir, se le acusaba de sacar a sus mascotas sin bozal, lo que resultaba en ataques hacia las personas.
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«Ya le han presentado varias demandas. Cuando se le reclama por los ataques de los perros, responde con amenazas de muerte. Cuando las personas necesitan pasar por esa zona, deben gritar para que el señor salga y amarre a los perros», agregó la mujer.
El niño fue identificado como Jhoel Sebastián, era hijo único y su familia lo recuerda como un niño alegre y cariñoso. «Su madre, mi hija, luchaba todos los días para sacarlo adelante», afirmó la abuela.
Según el Código Nacional de Policía, los propietarios de perros considerados potencialmente peligrosos deben adquirir obligatoriamente una póliza de responsabilidad civil extracontractual.