FBI entrega nombres de empleados relacionados con el 6 de enero al Departamento de Justicia
El FBI ha entregado al Departamento de Justicia los nombres de los empleados que trabajaron en las investigaciones relacionadas con el ataque al Capitolio del 6 de enero. Esta entrega se produce tras una serie de tensiones y desacuerdos entre ambas instituciones, que estuvieron en un tira y afloja durante la semana pasada sobre cómo manejar la divulgación de esta información.
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El director interino del FBI, Brian Driscoll, envió un correo electrónico a los empleados del FBI el jueves 6 de febrero de 2025, anunciando que la agencia había cumplido con la solicitud del Departamento de Justicia. Sin embargo, el FBI subrayó que, para proteger la seguridad de los empleados, los nombres se entregaron a través de un sistema clasificado. Driscoll insistió en que, hasta el momento, no había evidencia de que el Departamento de Justicia tuviera planes de hacer públicos los nombres de los empleados involucrados en la investigación.
“Quiero dejar claro que, por el momento, no disponemos de información que indique que el Departamento de Justicia tenga intención de divulgar públicamente estas listas, y que son plenamente conscientes de los riesgos que creemos inherentes a hacerlo”, escribió Driscoll en el correo electrónico.
El conflicto entre el FBI y el Departamento de Justicia
Esta solicitud del Departamento de Justicia se dio luego de que, a principios de semana, el FBI hubiera ocultado los nombres de miles de empleados. En lugar de revelar los nombres, la agencia entregó información limitada que incluía los números de identificación de los empleados, sus títulos y roles dentro de las investigaciones, pero sin especificar sus identidades. La decisión del FBI fue parte de una estrategia para proteger la privacidad y seguridad de sus empleados, especialmente después de las tensiones políticas en torno a las investigaciones del 6 de enero.
El vicesecretario de Justicia en funciones, Emil Bove, quien lideró la solicitud de los nombres, aclaró que la información solicitada no se recopilaba con fines de represalia. Según Bove, la intención no era perjudicar a los agentes del FBI, sino asegurarse de que los responsables de conductas corruptas o partidistas fueran identificados. En una de sus comunicaciones, Bove acusó a la dirección del FBI de insubordinación por negarse a entregar los nombres de un “equipo central” de empleados implicados en la investigación.
Preocupaciones sobre la seguridad de los empleados
Mientras que el Departamento de Justicia insistió en la necesidad de tener acceso a esta información, las preocupaciones sobre la seguridad de los empleados del FBI no cesaron. El sindicato de empleados del FBI y varios trabajadores de la agencia decidieron llevar el caso a los tribunales, argumentando que la divulgación de los nombres podría poner en peligro la seguridad de los agentes y sus familias.
“Nos preocupa enormemente la seguridad de nuestros empleados”, reiteró Driscoll en su correo electrónico. “Existen riesgos serios para su bienestar y el de sus familias si estas listas se hacen públicas”.
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Durante una audiencia judicial celebrada el mismo día, el abogado del Departamento de Justicia, Jeremy Simon, aseguró que no se había producido ninguna revelación oficial de los nombres fuera de la agencia, aunque reconoció que otros funcionarios del gobierno podrían haber tenido acceso a la información de manera “no oficial”.
El impacto de las investigaciones del 6 de enero
El caso del 6 de enero, en el que miles de manifestantes asaltaron el Capitolio de los Estados Unidos para interrumpir la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, sigue siendo un tema de gran relevancia. Las investigaciones involucraron a muchos agentes del FBI que trabajaron intensamente para desentrañar los eventos de aquel día, incluidos los vínculos de figuras políticas y otros actores con el asalto. Sin embargo, el proceso de transparencia y manejo de información sigue siendo complicado, especialmente cuando se trata de proteger la identidad de los empleados que trabajaron en el caso.