La Triste Realidad de un Viernes Noche
En la tranquila localidad de Cimitarra, Santander, la noche del viernes se vio ensombrecida por la pérdida de Nelcy Suta Ariza, de 33 años. Un hecho repudiable ocurrió en un establecimiento comercial de la vereda Brasil, alrededor de las 9:00 p.m., en el que una pareja se encontraba compartiendo unas bebidas. La diversión y el compañerismo pronto dieron lugar a la tragedia.
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El Ascenso de la Tensión
Según testigos, la armonía entre Nelcy y su compañero sentimental, Manuel Antonio Cabanzo Aguilar, de 42 años, fue sustituida por una acalorada discusión. El desacuerdo pronto se convirtió en un peligroso enfrentamiento, cambiando para siempre la vida de sus cuatro hijos y la comunidad de Cimitarra.
El Desenlace Fatal
De acuerdo con los presentes, Manuel Antonio, superado por la ira, extrajo un cuchillo y apuñaló a Nelcy en al menos cuatro ocasiones. El acto brutal dejó a todos los presentes en estado de shock. Pero la tragedia no terminó allí. Con la misma arma blanca, Manuel se infligió dos heridas en el pecho, causando su muerte inmediata.
Una Comunidad en Shock
Los testigos del suceso trasladaron rápidamente a Nelcy al centro médico de Cimitarra, pero a pesar de sus esfuerzos, llegó sin vida. La pareja deja cuatro hijos, tres niñas y un niño, quienes ahora enfrentan la dura realidad de la orfandad.
Un Patrón Perturbador
Este sería el segundo feminicidio que se presenta en Santander en menos de 10 días, generando preocupación en las autoridades y la comunidad en general. Aún se espera un pronunciamiento oficial de la Policía de Santander sobre el incidente.
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El trágico suceso ha dejado un profundo pesar en la comunidad de Cimitarra, y ha enfatizado la necesidad de luchar contra la violencia de género. Los corazones de todos están con los hijos de Nelcy y Manuel Antonio, quienes enfrentan un futuro incierto después de una noche que cambiará sus vidas para siempre.
Mientras tanto, el llamado a la justicia y a la prevención de la violencia doméstica retumba en las calles de Cimitarra, en la esperanza de que tragedias como esta puedan evitarse en el futuro.