Las autoridades revelaron duros detalles, tras aclarar el hecho en una contundente investigación que resolvió el caso en tan solo 13 días y permitió la captura de los responsables del crimen del hombre que apareció en un armario.
Luego de anunciar el esclarecimiento del crimen de Arley Muñoz, quien apareció muerto en días anteriores dentro de un armario en una vía pública de Marroquín II. Se indicó que este resultado fue producto de un trabajo articulado entre la Fiscalía General de la Nación y la Policía Metropolitana de Cali.
La investigación permitió la captura de dos hombres, un fiscal del Grupo de Esclarecimiento de Homicidios, logró que un juez de control de garantías enviara a la cárcel a Juan Francisco Zapata Rivera y a Michel Andrés Betancourt Grueso, de 41 y 32 años de edad, respectivamente. Los dos sujetos son los señalados como presuntos responsables del crimen.
Los detalles de este hecho macabro, revelan que el 25 de febrero Betancour Grueso, al parecer, contrató al hoy occiso para un servicio de acarreo en el barrio Marroquín II, luego de arreglar un servicio normal, el hombre llegó con su camión, y al ingresar a la vivienda donde habría sido citado, fue atacado por Zapata Rivera en la cabeza con un objeto contundente; esto, al tiempo que Betancourt Grueso le habría propinado una herida en el cuello con arma cortopunzante con el objetivo de verificar si aún seguía con vida.
Se determinó además que los hoy imputados habrían inducido mediante amenazas a una menor para atar a la víctima con una cuerda por el cuello y halarlo, todo mientras lo golpeaban constantemente hasta que por efecto de las lesiones le causaron la muerte. Una vez que cumplieron su aterrador propósito, más macabro aún siguieron con la introducción del cuerpo sin vida dentro de un armario, el cual fue trasladado a una vía pública del mismo barrio.
La hipótesis de las autoridades es que el móvil del homicidio, al parecer, sería el hurto del camión, se supo que una vez ocurrido el ilícito, los hoy imputados se llevaron el automotor para negociarlo por 40 millones de pesos.
Una vez se pudo establecer la plena identidad de los presuntos implicados, el fiscal del caso solicitó orden de captura en su contra. Esta se materializó por personal de la Policía Nacional en diligencia de registro y allanamiento en una vivienda ubicada en Dosquebradas (Risaralda), el pasado 9 de marzo.
En las audiencias concentradas la Fiscalía imputó cargos a los dos capturados por los delitos de homicidio agravado; uso de menores de edad y hurto calificado y agravado, que no aceptaron, por decisión del juez deben cumplir la medida de aseguramiento en centro carcelario.
