El anuncio del atentado contra el líder indígena fue entregado por el alcalde de Bolívar, en el norte del Valle del Cauca, Julián Muriel Andrade. El mandatario informó que desde el domingo 20 de octubre, la comunidad indígena del resguardo San Quinini, se trasladó a la cabecera municipal debido a la falta de garantías de seguridad en su territorio. Esta situación es el resultado de amenazas y ataques por parte de grupos armados que han estado presentes en la zona.
Atentado contra líder indígena desata el desplazamiento
El detonante para la decisión de abandonar su territorio fue un atentado ocurrido el pasado viernes 18 de octubre. En este ataque, una de las autoridades indígenas de la comunidad fue herida gravemente tras recibir ocho impactos de bala. Afortunadamente, sobrevivió, pero el miedo y la inseguridad generados por este incidente llevaron a que casi 80 familias, aproximadamente 350 personas, entre niños y adultos, abandonaran sus hogares en el cañón de Garrapatas.
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Este atentado tuvo lugar en el corregimiento de Naranjal. Este sector está ubicado en la vía entre Naranjal y Primavera, en una zona rural del municipio de Bolívar, lo que agudizó la crisis de seguridad para esta comunidad.
Medidas de emergencia y respuesta del municipio
Tras el desplazamiento, el sábado 19 de octubre se convocó un comité extraordinario de prevención. Este espacio permitió la coordinación de autoridades departamentales y nacionales para abordar la situación. Desde el domingo, las familias han sido alojadas en el Coliseo Municipal, donde han recibido carpas y kits de alimentación. Aunque las condiciones no son las ideales, la administración local está trabajando para garantizar su bienestar temporal.
El alcalde también ha gestionado con la gobernadora del Valle del Cauca la posibilidad de ubicar a la comunidad en un predio proporcionado por la Agencia Nacional de Tierras o la Sociedad de Activos Especiales (SAE). Buscando mejores condiciones para estas familias que no desean regresar a su territorio debido a la inseguridad.
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Comunidad rechaza retorno y pide reubicación fuera del municipio
A pesar de los esfuerzos del ejército por garantizar la seguridad en su territorio, la comunidad indígena ha manifestado su rechazo a regresar. Su temor es tal que prefieren ser reubicados fuera del municipio de Bolívar, alegando que no confían en las garantías de seguridad ofrecidas.
La incertidumbre sobre su futuro es grande. El consejo de justicia transicional que se realizará definirá las acciones y compromisos de las autoridades para enfrentar esta crisis. Por ahora, el tiempo que pasarán en la cabecera municipal es indefinido.
Cancelación de las fiestas municipales
En solidaridad con la situación, el alcalde decidió cancelar las festividades locales, dejando claro que no es momento de celebrar mientras una comunidad está desplazada por la violencia. La reprogramación de las fiestas dependerá de cómo se resuelva esta crisis humanitaria.
Finalmente, el mandatario hizo un llamado al presidente Gustavo Petro para que enfoque su atención en esta problemática, destacando la ironía de que, mientras se habla de biodiversidad en la COP16 en Cali, no se protegen a las comunidades ancestrales que han cuidado las selvas colombianas por generaciones.