Es importante saber cómo piensa un ladrón y reconocer que existen muchas modalidades de delincuentes de este tipo, existe la tendencia de pensar que todos los ladrones son iguales. Nada más lejos de la realidad. No se trata de un colectivo homogéneo, sino que cada individuo tiene motivaciones muy diferentes y es justamente ahí donde está la clave de la prevención.
Diciembre llegó y junto con las fiestas el robo en temporada de Navidad. La llegada de esta prestación laboral no solo es el anhelo del trabajador, pues para los amantes de lo ajeno es un incentivo mayor y el robo a transeúnte aumenta.
Si bien el delito de robo se mantiene todo el año, la época navideña resulta la más representativa, por este motivo te recomendamos llevar a cabo sencillas medidas de prevención para evitar ser víctima de robo en temporada de Navidad. Primero, es importante entender cómo actúan los ladrones y cuáles son sus reacciones más habituales. Hay que identificar nuestras propias debilidades de autocuidado, de este modo podrás aprovecharlas para fortalecer la seguridad.
Suele ser el más común, el que actúa más por desesperación, necesidad o impulso. En concreto se diferencian dos tipos de ladrones, “el oportunista” y “el desorganizado”. El primero es el que actúa por impulso mientras que el segundo lo hace por desesperación o por aprovechar “la papaya”
Existe otro tipo de ladrón que sin que la víctima se dé cuenta, adquiere información personal y aunque es menos común, suele suceder que alguien cercano comienza a dar información de nuestras costumbres o posesiones económicas y materiales, alguien alrededor se interese y de manera muy sutil comienza un proceso de investigación al entorno para organizar un robo. Por ese motivo es importante no alardear de riquezas o pertenencias y guardar muy bien las cosas valiosas. El gran problema con esta categoría es que todo el mundo piensa que nunca le pasará, por lo que no se toman las medidas para evitarlo.
El ladrón profesional, suele pertenecer a bandas o grupos criminales y sus objetivos suelen ser muy cuantiosos. En general, es muy improbable que una persona del común pueda toparse con un ladrón de este tipo, a menos que sea victima de un fleteo o robo de un cuantioso monto económico.
Por otro lado un ladrón común suele actuar por instinto o por encontrarse en una situación desesperada, también a veces por oportunidad de quedarse con algo que como decimos en Colombia “esté dando papaya”. De hecho, como todos los seres humanos, tienen conductas predecibles, que si aprendemos a detectar no se puede caer en sus planes criminales.
Un estudio realizado por una famosa universidad, indicó que el 90% de los robos a vivienda se produjeron sin que se planearan, es decir, sin que hubiera una verdadera organización del ataque, simplemente porque vieron la oportunidad. Es decir, basta con que una casa disponga de medidas de seguridad básicas para que los asaltantes descarten esa, porque siempre habrá incautos que van a dejar un espacio débil para que estos individuos actúen.
Hay que tener en cuenta que muchas veces la simple presencia de una cámara de seguridad ya no los asusta, porque la debilidad de la justicia colombiana los deja libres en pocas horas si lo que han hurtado es de mediana o baja cuantía. Por eso es importante seguir las recomendaciones de las autoridades si no se quiere ser víctima de los dueños de lo ajeno.
- Cerradura acorde con la puerta
- No se exponga en redes sociales
- Evite compras de último minuto
- No porte objetos de valor a la vista
- No descuide sus objetos personales
- No lleve todo su dinero junto
- No le cuente a nadie que va a salir de compras
- No deje objetos de valor en su vehículo
- Evite multitudes
- Nunca lleves la cartera en los bolsillos o bolsos o morrales que cargue en su espalda.
- No le cuente a nadie cuando deje su casa sola
