La sonda Chang’e 5, lanzada por China, ha realizado un descubrimiento sin precedentes en la Luna al encontrar una reserva de agua de alrededor de 270.000 millones de toneladas, según cálculos de especialistas. Este hallazgo ha revolucionado la carrera espacial y abre nuevas posibilidades en la exploración lunar y el futuro de la humanidad en el espacio.
El agua encontrada es el resultado del impacto de meteoritos y la radiación solar que ha estado presente en la Luna desde su formación hace 4 mil millones de años. Se pensaba que la falta de una atmósfera y el calor extremo habían evaporado cualquier rastro de agua hace mucho tiempo, pero gracias a la sonda Chang’e 5, se ha demostrado que la Luna contiene una cantidad significativa de agua.
La misión Chang’e 5, que fue lanzada en noviembre de 2020, aterrizó en la Luna y recogió muestras del suelo lunar cerca del monte Rümker. Los científicos de la Academia Nacional de Ciencias China (CAS) en colaboración con dos investigadores europeos, analizaron estas muestras y descubrieron que los cristales de vidrio de impacto presentes en ellas contenían pequeñas cantidades de agua. Los vidrios de impacto son pequeños granos de diferentes colores que probablemente se formaron a altas temperaturas tras el choque de meteoritos.
Los cálculos realizados por los expertos sugieren que en la Luna hay unas 270.000 millones de toneladas de agua. Sin embargo, la pregunta ahora es cómo extraer y utilizar esa agua. El proceso de evaporación para extraer el agua es costoso y complicado, pero este descubrimiento representa una enorme oportunidad para futuras misiones espaciales.
El agua encontrada en la Luna podría ser utilizada para abastecer futuras colonias humanas o ser convertida en combustible para naves espaciales, lo que permitiría viajes más largos y con mayor autonomía. Además, este descubrimiento podría cambiar nuestra forma de entender la formación de la Luna y su evolución a lo largo del tiempo.
El hallazgo de agua en la Luna también tiene implicaciones científicas importantes. Los vidrios de impacto descubiertos contienen información valiosa sobre la historia geológica y los procesos que han tenido lugar en la Luna durante miles de millones de años. El análisis de estas muestras puede ayudar a los científicos a entender mejor cómo se formó la Luna y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Aunque aún se necesitan más investigaciones y análisis para entender completamente el potencial de este descubrimiento, la carrera espacial y la exploración lunar han dado un gran paso adelante gracias al descubrimiento de esta reserva de agua en la Luna. La misión robótica europea Prospect, que tiene previsto ser lanzada en 2026, continuará investigando este hallazgo y la posibilidad de extraer agua en la Luna.
