Un hombre de 36 años, identificado como Francisco Lamatta, fue ingresado en coma inducido tras beber más de 10 litros de agua en un solo día. La familia de Lamatta contó que él comenzó con la ingesta excesiva de agua después de que su médico le prohibiera consumir bebidas cola debido al riesgo de padecer diabetes.
El exceso de agua diluyó el sodio en su sangre, lo que causó una hiponatremia y un edema cerebral. La baja extrema de sodio y la intoxicación por el exceso de agua llevaron al hombre a urgencias de la Posta Central en Santiago, Chile.
Según las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos, la ingesta diaria adecuada de líquidos es entre 2 y 3 litros, siendo el 20% proveniente de los alimentos. El consumo excesivo de agua puede provocar una intoxicación que afecta al balance de electrolitos en el cuerpo.
La familia de Lamatta reveló que él fue diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA), lo que lo llevó a beber agua en exceso. A pesar de que su familia cortó el suministro de agua, Lamatta encontró bidones con agua durante la noche y los bebió.
Después de una semana en coma inducido, Francisco Lamatta fue dado de alta con hospitalización domiciliaria y sin consecuencias graves en su salud. Rodrigo Pavez, jefe subrogante de la UCI de la Posta Central, recomendó no beber más agua de la necesaria y monitorear la ingesta diaria de líquidos.
