A partir del jueves 11 de mayo, se ha llegado a un importante punto de inflexión en la frontera entre Estados Unidos y México. El Título 42, una medida sanitaria que fue implementada durante el mandato del expresidente Donald Trump (2017-2021) como respuesta a la pandemia, ha llegado a su conclusión. Esto marca el comienzo de una nueva etapa de incertidumbre y crisis migratoria en la región.
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El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, ha explicado que a pesar del levantamiento de la orden de salud pública del Título 42, la frontera no se encuentra abierta y el cruce irregular sigue siendo ilegal. Además, ha enfatizado que aquellos que no sean elegibles para el asilo serán rápidamente deportados a sus países de origen.
El Gobierno de Estados Unidos ha anticipado que podría haber un aumento significativo en el número de arrestos de migrantes irregulares en la frontera con México tras la eliminación del Título 42. A pesar de los preparativos llevados a cabo durante los últimos dos años, se espera un considerable incremento en las detenciones en los días y semanas posteriores a la revocación de esta medida.
Sin embargo, el uso del Título 42 ha sido objeto de fuertes críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos. Estas argumentan que esta medida constituye una violación del derecho internacional, al negar la posibilidad de solicitar asilo a personas que necesitan protección.
Esta regulación ha enfrentado múltiples demandas judiciales, tanto a favor de su retiro como de su permanencia. No obstante, el fin del Título 42 se acerca con el levantamiento de la emergencia nacional por la pandemia, programado para el jueves a las 23:59 hora local. Este cambio marca un nuevo capítulo en la política fronteriza entre Estados Unidos y México y plantea interrogantes sobre el futuro de la migración y el asilo en la región.
¿Qué es el Título 42?
El Título 42, una regulación impuesta durante el mandato del expresidente Donald Trump, ha sido objeto de atención y controversia en la frontera entre Estados Unidos y México. Esta norma, emitida por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) poco después de la declaración de emergencia nacional por la COVID-19, ha permitido las expulsiones rápidas de migrantes con el argumento de proteger la salud pública.
Desde su implementación, el Título 42 ha restringido la entrada de migrantes por la frontera sur y ha llevado a la expulsión de personas de ciertas nacionalidades hacia México después de cruzar la frontera de forma irregular, sin la oportunidad de solicitar asilo. Según datos del International Rescue Committee, Estados Unidos ha llevado a cabo más de 2.5 millones de expulsiones bajo esta medida.
