Un adolescente polaco de 15 años se suicidó después de que los medios de comunicación divulgaran información personal sobre su caso de abuso sexual, permitiendo identificarlo públicamente. El hecho ha causado una gran conmoción en Polonia y ha desatado un cruce de acusaciones entre personalidades políticas.
El joven había sufrido abusos sexuales y su caso había sido difundido por algunos medios, incluyendo la emisora estatal Radio Szczecin, cuyo editor jefe, Tomasz Duklanowski, ha sido acusado por la Asociación de Periodistas de la Radio polaca de «violar los principios elementales de la ética». La ley polaca protege la identidad de las víctimas y los acusados de ciertos delitos cuyas circunstancias puedan afectar a sus vidas privadas.
La madre del adolescente era una diputada del partido opositor Plataforma Cívica (PO), y la información divulgada permitía identificar al joven como su hijo, así como al culpable del abuso como un empleado del gobierno regional, militante del mismo partido opositor. Esto desencadenó una serie de especulaciones, rumores y ataques explícitos contra la diputada y su familia, lo que probablemente contribuyó a la situación anímica que llevó al suicidio del joven.
La tragedia del menor polaco ha provocado un cruce de acusaciones entre personalidades de todo el espectro político. Donald Tusk, líder del partido donde milita la madre de la víctima, escribió en sus redes sociales que hará pagar al partido gubernamental «por cada fechoría, por todo el daño humano y todas las tragedias que han causado mientras están en el poder. Es una promesa». Por su parte, algunos representantes del partido del Gobierno, como el ministro de educación, Przemyslaw Czarnek, señalaron que el partido de Tusk trató de ocultar los hechos por miedo a las consecuencias políticas que pudiesen tener.
El entierro del joven tuvo lugar este martes y la madre pidió expresamente que ningún miembro de los medios de comunicación estuviese presente en la ceremonia. La tragedia ha provocado una gran conmoción en Polonia y ha generado un intenso debate sobre la ética y la responsabilidad de los medios de comunicación en la difusión de información personal sobre casos de abuso sexual, especialmente cuando se trata de menores de edad.
