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miércoles, diciembre 4, 2024
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Cocodrilo que vivió 54 años como mascota en el patio de una casa, no será liberado

Cocodrilo 'La Ñata', quien vivió 54 años como mascota en un patio de Palmira, no podrá ser liberado debido a su adaptación al cautiverio

Un peculiar caso de tenencia de fauna silvestre ha despertado el interés en el municipio de Palmira, Valle del Cauca. ‘La Ñata’, un cocodrilo hembra que convivió con la familia Escobar durante 54 años, fue recientemente incautado. El reptil, que llegó a la familia en 1970 como regalo de un comandante de policía, vivió en el patio de su hogar adaptándose a la vida doméstica.

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Una historia de conexión y cuidados especiales

José Leonardo Escobar, su dueño, relató cómo su padre recibió al cocodrilo en una caja de cartón y lo convirtió en “mascota”. Le acondicionaron un espacio amplio y seguro. Con el tiempo, la familia Escobar asumió una responsabilidad integral en su cuidado, brindándole una dieta especializada de carne de vaca, gallina y pescado, respetando su naturaleza carroñera. “Aprendimos a alimentarla y nunca tuvimos problemas de seguridad; ‘La Ñata’ pedía comida cuando lo necesitaba”, explicó Escobar.

A lo largo de los años, ‘La Ñata’ fue reconocida como un miembro más de la familia. Incluso, llegando a reconocer a las personas del hogar y desarrollando un vínculo especial con ellos.

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Incautación del cocodrilo y futuro en cautiverio

En 2007, Escobar obtuvo un permiso de custodia para mantener al cocodrilo, otorgado por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). Sin embargo, cambios en la legislación dejaron a Escobar sin notificación sobre el cambio de custodia. Tras la incautación, expertos de la CVC confirmaron que ‘La Ñata’ no podría regresar a su hábitat natural, debido a su condición de “humanización”. Además de su bajo peso —casi un 50% por debajo de lo ideal—, una masa en la mandíbula y dificultades en una de sus patas.

El biólogo Gustavo Trujillo Barrientos indicó que, al no haber interactuado con otros de su especie, el animal no desarrolló defensas naturales y requiere un entorno adecuado en cautiverio para su bienestar. “Es crucial que ‘La Ñata’ se traslade a un lugar con condiciones de espacio y temperatura óptimas para que realice sus procesos metabólicos correctamente”, afirmó el biólogo.

Redacción El Norte Hoy

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