Lo más triste de este suceso que conmocionó a todo el eje cafetero fue la tragedia que tuvo que enfrentar la familia de José David López Ibáñez, un joven trabajador, padre de familia y responsable que con tan solo 25 años, era el conductor de la tractomula que transportaba productos de Coca Cola
En la noche del pasado domingo, la fatalidad envolvió la noche en la vía entre Cerritos y Cuba, en un accidente casi inexplicable, el hombre terminó muerto en el sector de Mercasa; el vehículo pesado se volcó en la vía y con la fuerza del mismo hasta arrancó frondosos árboles.
Al siguiente día este lamentable y trágico hecho víal se volvió noticia regional viral, muchas imágenes en redes sociales se difundieron evidenciando la magnitud del accidente, debido a lo aparatoso, poco a poco se han ido conociendo nuevos detalles del suceso, que lo hacen aún más dramático, aunque aún falta por establecer las causas del accidente ya que para las autoridades ha sido un reto generar una hipótesis exacta.
Todo comenzó cuando este joven conductor recogió la carga de Coca Cola y empezó su trayecto hacia las bodegas entre Cerritos y La Virginia; el joven conductor se desplazaba en la tractomula de placa TVA334 de Santa Rosa de Cabal en sentido Cerritos-Cuba. Pero pocos minutos antes de las 9:00 de la noche, justo cuando José David conducía el camión casi llegando frente a la estación de servicio Terpel; de repente, según lo poco que han establecido los peritos, se presentó una falla mecánica y al parecer, al llegar a la curva maniobró mal, perdió el control del vehículo donde transportaba 32 toneladas de gaseosa, el automotor, se subió al separador vial y terminó llevándose por delante todos los árboles, debido a la pesada carga, sumada a la velocidad que llevaba terminando por volcarse sobre la vía.
La gran falla, es que la silla del conductor al parecer estaba floja, la misma se desprendió de la cabina del vehículo y López Ibáñez salió expulsado por la ventanilla, en el trayecto de su cuerpo que duró segundos, le cayó parte de un árbol encima y además, parte del carro, la mayoría de los golpes los recibió en la cabeza lo que lo llevó a sufrir varias fracturas craneales, que lamentablemente lo llevaron a la muerte.
Una vez ocurrido el siniestro, conductores y transeúntes de la zona informaron a los organismos de atención y a la policía metropolitana lo sucedido, de inmediato, integrantes de la red de apoyo empezaron a pedir colaboración de las autoridades de tránsito, se hizo presente el Cuerpo de Bomberos para el cierre de la vía y luego de controlar el alto flujo vehicular y comenzaron a tratar de auxiliar a las personas que hubieran resultado heridas, encontrándose con que la única víctima era el joven José David y que ya nada se podía hacer por él.
Aunque las autoridades de tránsito inicialmente descartaron que se haya tratado de fallas mecánicas y mucho menos que el conductor estuviera bajo los efectos de alcohol; aún no se ha determinado a ciencia cierta qué pasó, pero la hipótesis que cobra más fuerza es que perdió el control del vehículo. Sin embargo, será el perito que determine las causas del siniestro vial.
Muchos indicaron que esta tragedia no fue peor debido a que no había tanto flujo vehicular en el instante, pero vale la pena recordar que esta vía se volvió un paso obligado para todos los vehículos de carga que van para el centro del país, debido a la caída del puente del Alambrado en el Quindío.
Las autoridades de la ciudad de Pereira, policía, guardas de tránsito junto con el Cuerpo Oficial de Bomberos tuvieron que unirse para realizar la limpieza en la vía, además debieron cortar un árbol que quedó atravesado en la vía y recoger las botellas de gaseosa, debido a que no llegó nadie de la empresa de aseo Atesa a apoyar este hecho, durante 6 horas la vía estuvo cerrada debido al accidente.
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Algo que generó mucha tristeza es que José David tenía un hijo pequeño, cómo siempre laboró como conductor de camiones y tractomulas, su familia no sabe qué le pasó, pues era considerado excelente conductor, el joven había nacido en la ciudad de Bogotá, donde reside el resto de su familia, pero él vivía en el sector de La Romelia del municipio de Dosquebradas.
