Detalles del ataque en Norte de Santander
La tragedia ocurrió en la carretera que conecta Tibú con Cúcuta, en Norte de Santander. Según información preliminar, las víctimas fatales fueron el dueño de la funeraria San Miguel del municipio, su esposa y su bebé de tan solo seis meses de nacido. El hecho se registró cuando la familia se desplazaba en su vehículo y se encontró con un retén ilegal instalado por un grupo armado en la zona.
Las víctimas no acataron la orden de detenerse, lo que desató una reacción violenta por parte de los ilegales, quienes dispararon en repetidas ocasiones con armas largas contra el automóvil. Este ataque dejó como saldo la muerte de tres integrantes de la familia, mientras que otro de los hijos sobrevivió al atentado.
El menor, quien logró escapar del lugar, fue quien alertó a las autoridades y a la comunidad sobre lo sucedido. Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades sobre esta masacre que ha conmocionado a la región.
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Impacto en la comunidad de Tibú
Este hecho vuelve a evidenciar la crítica situación de seguridad en Norte de Santander, una región marcada por la presencia de grupos armados ilegales que disputan el control territorial y las rutas del narcotráfico. Los retenes ilegales son una práctica común en esta área, poniendo en riesgo constante a la población civil.
La comunidad local ha expresado su temor y rechazo ante este tipo de actos violentos. «No podemos vivir tranquilos; estos grupos nos tienen sometidos al miedo«, afirmó un residente que prefirió no revelar su identidad por seguridad. Este ataque refuerza la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad en las vías y brindar garantías a los habitantes de la región.
Reacciones y falta de pronunciamientos oficiales
A pesar de la gravedad del caso, las autoridades aún no han emitido declaraciones oficiales ni identificado a los responsables del ataque. Este silencio ha generado incertidumbre entre los habitantes de Tibú y sus alrededores, quienes exigen respuestas y justicia para las víctimas.
Organismos de derechos humanos han llamado la atención sobre la vulnerabilidad de los civiles en zonas afectadas por el conflicto armado. «Es urgente que se adopten medidas contundentes para proteger a las familias que transitan por estas áreas», declaró un representante de una organización local.
Se espera que en las próximas horas las autoridades entreguen información más detallada sobre el incidente y anuncien acciones para esclarecer los hechos.
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Contexto de inseguridad en la región
Norte de Santander enfrenta una crisis humanitaria derivada del accionar de grupos armados ilegales. La vía Tibú-Cúcuta ha sido escenario de múltiples ataques y hechos violentos en los últimos años, lo que la convierte en una de las rutas más peligrosas del país.
A pesar de los esfuerzos gubernamentales por retomar el control de la zona, la falta de presencia estatal sigue siendo un factor determinante en la perpetuación de estos actos criminales. El ataque a esta familia es un recordatorio del impacto devastador que tiene la violencia en las comunidades vulnerables.